La crisis del PSOE en Ferraz ha servido a La Sexta para dar una lección de cadena de televisión privada que tiene rotundamente clara y definida su imagen de marca. Fruto de un trabajo de largo recorrido, el canal verde se ha convertido para la audiencia generalista en la frecuencia sinónimo de periodismo crítico, combativo y rápido de reflejos.
Rapidez de reflejos que permite levantar toda una programación -de cine, series y entretenimiento- para realizar maratonianos especiales dignos de un canal todonoticias anglosajón.
La audiencia sedienta de información al segundo ha interiorizado que está La Sexta para contárselo y que, además, lo hará con cierta dosis de pasión. Por tanto, la emisora de Atresmedia tampoco podía faltar en el maremoto político que se ha producido en la sede del PSOE en estos días.
Una emisión, en directo, complicada, ya que el público demanda datos y respuestas pero, sin embargo, al ser una lucha de poder a puerta cerrada existe poca información y mucha desinformación.
No obstante, los responsables de La Sexta han logrado aprovechar la creatividad de los engranajes de la televisión para canalizar de una forma sencilla e incluso adictiva el torbellino de datos, ciertos y falsos.
Lo han hecho inventándose un icono en pantalla -un dibujito de móvil, acompañado de un sonido identificable- que sirve como reconocible y ágil señal para avisar de que llega nueva información desde dentro del edificio de Ferraz. Así, con un simple golpe de vista, el espectador está atento a un torrente de novedades que parecen no parar durante la emisión del especial.
Tampoco han faltado las épicas músicas de fondo -que potencian la percepción en la audiencia de estar viviendo un momento histórico-, las constantes conexiones en directo con el exterior de Ferraz -está pasando, lo estás viendo, como rezaba CNN+-, el análisis de los expertos, la mirada a las redes sociales y las imágenes exclusivas del patio trasero del edificio, donde se ha visto a Miquel Iceta hablando con Susana Díaz. Todo envuelto en un ritmo trepidante.
Combinando elementos del espectáculo televisivo, La Sexta ha afianzado aún más su imagen de canal referente en información, más allá de las previsibles trincheras ideológicas y sin complejos a la hora de innovar con las narrativas audiovisuales para hacer más digerible el caos informativo. Intentando explicar, con la a veces incontrolable energía del directo, lo que pasa y sus consecuencias. Sabiendo que hacen televisión y entendiendo la televisión que hacen.
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