OPINION

Así se hacen las preguntas de un concurso de TV: las 9 reglas básicas

ahora caigo premio
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No todas las preguntas valen en un concurso de televisión. Es importante que el espectador también pueda jugar desde su casa y que, además, sienta que despierta su curiosidad mientras se entretiene. Montse Claros, una de las productoras ejecutivas de concursos de más trayectoria de nuestro país (Lo últimos: Ahora Caigo, Boom, Atrapa un millón), nos explica los ingredientes que debem de tenerse en cuenta para triunfar en un juego de preguntas en una cadena generalista.

1. Lenguaje apto para todos los públicos

No busques sinónimos extraños, todas las preguntas deben de contar con una terminología accesible para el espectador. Mejor utilizar la palabra "regalo" que "presente". También eso ayuda al concursante, pues las preguntas en un concurso se suelen leer a toda velocidad y, por tanto, se deben de plantear de la forma más sencilla y directa posible para facilitar la compresión.

2. Lo breve si bueno....

En los concursos es necesario sintetizar al máximo porque se cuenta con la limitación de grafismo a la que hay que amoldarse. No "entra" todo en los rótulos que se sobreimpresionan en pantalla, pero esta premisa también resulta muy positiva tanto para el concursante como para el televidente. Generalmente, las preguntas más breves son más sencillas de entender y, como consecuencia directa, el participante las procesa más rápido. Eso sí, mucho cuidado con la concisión, ya que puede omitir inconscientemente en la pregunta palabras clave sin las cuales será difícil dar con la respuesta.

3. La importancia de la curiosidad

Son cruciales las preguntas que se sustentan en curiosidades. Esa curiosidad que despierta la atención del espectador, suscita inquietudes y sorprende a la vez que enseña. Además, las curiosidades tampoco las suelen saben los concursantes más cultos, con lo que todo el mundo se siente al mismo nivel en cuanto a la dificultad.

4. Aprender de la mirada de un niño

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En esa búsqueda de estas curiosidades, los programas de televisión no deben primar encontrar temas más especializados, con preguntas específicas al alcance de unos pocos. Es más poderoso proponer cuestiones de la vida más cercana, vistas con cierta ingenuidad infantil, sacando a flote esa curiosidad de cuando eramos pequeños. Los mejores "hacedores de preguntas" de los concursos de TV se fijan en esas peculiaridades que nos rodean en nuestro día a día y, en cambio, pasan desapercibidas en los ojos de un adulto.

5. Jugar con los errores históricos

Los vikingos nunca llevaron cuernos en los cascos. El imaginario colectivo está lleno de ideas que, en realidad, nunca sucedieron. Al final, los concursos también sirven para desmontar mitos falsos. Romper con ideas preestablecidas genera asombro y, al mismo tiempo, el espectador siente que aprende viendo la tele, que no está perdiendo el tiempo y, además, de mejorar sus conocimientos generales puede presumir de ello en otros contextos.

6. Echarse una risas

Si la pregunta, además de curiosa, es divertida mucho mejor. Este tipo de preguntas sirven para que los concursantes se suelten. Además, son muy convenientes para desengrasar el programa en un momento tenso o, incluso, para hacer más divertido el inicio del show, cuando el concursante está más nervioso el humor sirve para romper el hielo..

7. No pasarse de listo

El público debe poder jugar desde casa. De ahí que las preguntas tienen que ser accesibles para la gran mayoría de la audiencia. No todas, pero sí, casi todas. La dificultad extrema es contraproducente para un show de una cadena generalista.

8. Contrastar (mucho) las fuentes

No hay margen de error en las respuestas para los responsables de un concurso de televisión. Se debe documentar cada pregunta hasta con tres fuentes diferentes para que no exista mínima duda en la resolución. Preguntas que, en cada emisión, deben abarcar y equilibrar una variedad temática: Historia, Biología, Literatura, Arte, Televisión, Cómic, Política, Cine, Deporte, videojuegos... Para que nadie se aburra. Ni los concursantes.

9. Temas prohibidos

En un concurso de una cadena generalista se evitan temas políticamente incorrectos o que puedan incomodar al espectador. Los aciertos de los concursantes suelen ir seguidos de una celebración y esa celebración no puede ir detrás de un dato macabro, triste o demasiado escatológico.

Los concursos evitan preguntas de muertes (formas de morir, asesinatos, masacres, desastres naturales, sexo demasiado explícito (cuando el programa va en horario infantil), de tinte político (este tipo de programas que son de todos y para todos deben intentar proteger una independencia política) o preguntas ofensivas que puedan herir la susceptibilidad de algún grupo social.

Y mucho cuidado con los temas infantiles: hay que preservar la magia de la imaginación de un niño.  Ojo a las preguntas que esconden al Ratoncito Pérez, los Reyes Magos o Papá Noel. Porque, al final, esa es la esencia de un concurso de televisión: un juego en donde mejor participar con la ilusionante ingenuidad de un niño.

> Las trampas de los concursos de la tele

@borjateran

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