OPINION

Netflix y el falso mito del final de la televisión tradicional

La radio no mató a la prensa. La televisión no mató a la radio. Pero, ¿el modelo de Netflix acabará con la televisión tradicional?

Netflix ha modificado la manera de consumir contenidos televisivos. Ahora el propio televidente es el que decide cuando ver su serie favorita, sin necesidad de esperar al horario que promueva el programador de la cadena tradicional.

La público ha dejado de ser espectador para convertirse en usuario, con posibilidad de seguir toda la temporada de una ficción de una tacada si lo desea. Tiene el poder de elección. Un escenario que ha tambaleado el mercado televisivo y que en España es una oportunidad para los consumidores de productos audiovisuales, ya que con el modelo Netflix no sufren el noctámbulo prime time español, que retrasa hasta trasnochadas horas el comienzo (y final) de las series y programas, impidiendo una saludable conciliación familiar.

Todas las televisiones de pago siguen los pasos de Netflix y caminan hacia el consumo bajo demanda, también las cadenas lineales (En España, TVE, Antena 3, Cuatro, Telecinco o La Sexta) incorporan sus programas y ficciones en sus servicios "a la carta". Así ha surgido un nuevo concepto de audiencias: las audiencias del consumo en diferido. Sin embargo, estas audiencias posteriores aún no siempre se incorporan a la hora de analizar el rendimiento en la emisión "en directo" de programas y series.

No obstante, es falsa la teoría de que la expansión de la fórmula del éxito de Netflix matará la televisión tradicional, pues Netflix no deja de ser la evolución del videoclub de siempre, más accesible e interactivo que nunca. Ver las series bajo demanda no es ningún sustitutivo a la televisión que acompaña al espectador en su día a día, que es una ventana al mundo en vivo y en directo.

La televisión lineal está a salvo. En contra de lo que se especula, los canales tradicionales no desaparecerán. Está cambiando la manera de consumir series o documentales, pero seguirá casi intacto el modelo de emisoras de información y entretenimiento en directo, un directo en el que la audiencia siente que está viviendo de primera mano y en primera persona un acontecimiento irrepetible.

La televisión que acompaña al espectador continuará, más aún aquellos formatos que promueven la ceremonia social televisiva de vivir un contenido a la vez, como son los realities, los concursos, los programas espectáculo, los deportes y también las ficciones acontecimiento.

La televisión lineal no está agonizando. Al contrario, está en expansión, pues la televisión ya no sólo se consume por la televisión: sus contenidos cobran nuevas vidas en nuevas plataformas. La revolución de Netflix es un salto cuantitativo y complementario, pero no sustitutivo a la TV de masas.

> Netflix: así genera percepción de éxito (aunque no lo sea)

@borjateran

Y ADEMÁS…

La televisión en pause: no es país para la creatividad

8 lecciones que debe aprender la TV de hoy de Chicho Ibáñez Serrador

4 anomalías de la TV en España que hemos terminado interiorizando como normales

Ellen DeGeneres: así triunfa en Twitter (tú también puedes hacerlo)

Lo que debe aprender TVE de su propia historia

4 elementos cruciales para el éxito en TV que se están olvidando

Youtube: una poderosa vía de promoción e ingresos que la TV en España aún no aprovecha

Mostrar comentarios