OPINION

Cómo el género televisivo del late show inventó el vídeo viral (antes de existir Youtube)

fallon tramp
fallon tramp

Es uno de los formatos de televisión más exportados del mundo. Es el late show. El programa de entrevistas, humor y actuaciones musicales que inventó el comunicador Steve Allen en los años 50 y que revolucionó el cómico Johnny Carson, en sus tres décadas como maestro de ceremonias del icónico Tonight Show (de 1962 a 1992).

La televisión abría una nueva franja horaria, perfecta para experimentar con la comedia y la entrevista. De hecho, el humor se convertía en el aliado perfecto para que los entrevistados se quitaran corazas y jugaran en las noches catódicas.

Pero, además, ya en plena segunda mitad del siglo XX, cuando la televisión contaba con otros ritmos más pausados, el late show incorporaba una estructura que aún hoy sigue vigente y que, por aquel entonces, era precursora de los lenguajes del éxito de Youtube: secciones cortas, aderezadas con sketches concisos y rápidos de ver. Una mecánica hecha a medida para ser colgada en una plataforma de vídeos -desde mucho antes de que se inventaran las plataformas de vídeos-, ser consumida en móvil o tablet -desde mucho antes de que se inventaran los móviles y las tablets- y ser compartida en Twitter y Facebook -desde mucho antes de que se inventaran Twitter y Facebook-.

Como consecuencia, los late shows norteamericanos han sido de los primeros programas en lanzar sus contenidos al hábitat de las redes sociales. No hacia falta adaptar la esencia de sus formatos, pues ya contaban con los ingredientes para lograr el "retuiteo" o el "me gusta". También en España, donde Buenafuente ha sido pionero a la hora de experimentar con las nuevas ventanas de comunicación, exhibición e interacción.

En este sentido, en Estados Unidos, Jimmy Fallon, Jimmy kimmel o James Corden, las estrellas del género del late show actual, tienen sus perfiles de Youtube atestados de instantes memorables de sus programas, perfiles que se actualizan a diario. Hasta sus páginas web oficiales te llevan al vídeo insertado del propio Youtube.

Los responsables de la televisión norteamericana han visto el potencial de dotar de una segunda vida útil en las nuevas plataformas a esos contenidos que surgen de la emisión tradicional del late show. Así, el público que ya no consume la tele por la tele tiene un intuitivo acceso a este tipo de propuestas, lo que propicia que descubra el programa e incluso que el espectador perdido regrese a la televisión de siempre.

Porque, si se sabe utilizar bien la energía viral de Youtube, las cadenas pueden recuperar interesantes nuevas audiencias y hasta despertar la curiosidad por el show televisivo lineal al público nativo en la era del ciberespacio, poco habituado a consumir televisión en la pantalla tradicional.

Los usuarios de Youtube difunden sin esfuerzo el vídeo del show en sus blogs, en sus facebooks, en sus tuiters, en sus redes… De esta forma, la autopromoción del canal se instala en las plataformas en las que se encuentran los nuevos públicos, multiplicando la visibilidad de la oferta.

La propia cadena puede sacar un margen de beneficios al ser propietaria de los derechos del programa. Beneficios económicos de compartir los ingresos de la publicidad con Youtube pero, sobre todo, los beneficios de hacer marca gracias al boca a boca que despierta ese contenido, que el espectador activo en las redes comparte fácilmente cuando es atractivo.

Y, en esto del late show. el inolvidable Johnny Carson fue por delante de su tiempo, comprimiendo su humor en efectistas píldoras que propiciaban que, al día siguiente, el espectador no hablara de otra cosa en su rutina cotidiana y que, ahora, 25 años después del final de su memorable programa, siguen generando conversación (y carcajadas) a través de un invento llamado Youtube.

>>> el mejor gag de la historia del late show

@borjateran

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