OPINION

El fin de la programación de verano ¿la oportunidad perdida de las cadenas?

RAMON-GARCIA-GRAND-PRIX
RAMON-GARCIA-GRAND-PRIX

Lejos quedan aquellos veranos en los que los canales refrescaban sus parrillas apostando por productos específicos para las vacaciones, grandes y luminosos programas como El Grand Prix (1995-2005). Una época en la que también se probaban nuevos programas de cara a la nueva temporada. Así, por ejemplo, nació el mítico informativo satírico El Informal (1998-2002).

En cambio, en la actualidad, las cadenas dejan abiertos ‘de guardia’ sus principales magazines y sólo lanzan algún programa de bajo perfil, como un debate a lo Moros y cristianos que prepara Telecinco o un busca pareja llamado Contigo al fin del mundo, que emitirá en los lunes Antena 3.

Las dos grandes compañías de televisión, Atresmedia y Mediaset, ajustan las cuentas al máximo. Ahorran en una época en la que baja el consumo televisivo. Porque, tras la crisis económica, ya no se arriesga en inversión tanto como antaño.

Como consecuencia, la pequeña pantalla se queda aparentemente desierta. Este efecto colateral aún choca más en el caso de Televisión Española. La cadena pública apenas lanza producto cuando, sin publicidad, no debería sufrir los estragos del parón de julio y agosto. Al contrario, debería aprovechar la sequía de las privadas para aumentar adeptos con estrenos propios, que se diferenciaran de sus rivales. Aunque, de momento, sólo apuesta por producciones de bajo perfil como una tira de gags atemporales, La Peluquería, que cubre el hueco que ha dejado (por vacaciones) el controvertido show de Javier Cárdenas, Hora Punta, o un espectáculo de magia, Pura Magia, que previsiblemente pasará sin pena ni gloria. También La 1 programará Hotel Romántico, otro espacio de buscar pareja. Eso sí, esta vez, protagonizado por mayores de cincuenta años.

Pero ya no se realizan programas pretendidamente veraniegos, con nuevos decorados más "refrescantes" e incluso con rodajes en exteriores, que tomen el pulso a las inquietudes del espectador en estas fechas. Estos formatos estivales servían para romper con la monotonía visual del resto del curso televisivo.

Ahora, en el ojo del espectador, todo sigue igual en vacaciones. Las cadenas mantienen sus matinales y sus tardes casi como si fuera invierno. Mismos contenidos, mismos decorados y mismos colaboradores. Espejo Público, Sálvame, Aquí la tierra... Y, en prime time, al terminar las temporadas de Supervivientes o La casa de papel, crece el producto enlatado de relleno (cine, series norteamericanas de saldo -el martes Antena 3 estrenó Almost Human, un fracaso en USA de hace cuatro años-), lo que propicia la percepción de que la tele tira la toalla por vacaciones y que "no pone nada".

Y ahí surge el problema. La audiencia termina castigando en septiembre a los canales que disminuyen en exceso los contenidos en directo y abandonan su prime time sin apenas producción propia. De ahí que Telecinco intente mantener cuota de emisión en directo en el día a día veraniego para no ceder ápice de su liderazgo. De ahí también que Antena 3 esté planeando estrenar una nueva etapa del juego cómico Me resbala en las próximas semanas y ya haya lanzado unas cortinillas de paso a publicidad con tonalidades refrigerantes. Pero estos movimientos no son suficientes para paliar la percepción de programación vacía en un público que observa cómo las cadenas no rompen con sus rutinas en verano.

Los ajustes de presupuestos y la bajada de consumo televisivo en vacaciones tienen la culpa de esta sequía televisiva estival. Aunque la inversión de las cadenas también debería medir un detalle intangible: el verano es una oportunidad para adelantar a los rivales dando luz verde a contenidos que potencien imagen de marca, atraigan otro tipo de anunciantes y generen nuevos públicos, cuando otros ‘no ponen nada’.

@borjateran

Y ADEMÁS…

Así sería ‘Verano Azul’ si se rodara hoy

Lo que TVE debe aprender de su propia historia

Los errores básicos de los programas españoles de TV

5 prejuicios sobre TVE que debemos derribar para tener una televisión pública mejor

4 anomalías de la TV en España que hemos terminado interiorizando como normales

¿Qué tiene que aprender Antena 3 de Telecinco? ¿Y Telecinco de Antena 3?

Mostrar comentarios