OPINION

La realidad supera a 'Black Mirror': las redes sociales, la muerte y la deshumanización

madcool tuits
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El actor y acróbata Pedro Aunión fallecía el pasado viernes 7 de julio durante su actuación en el festival MadCool. Estaba a punto de comenzar el concierto de Green Day y las grandes pantallas del evento retransmitieron el trágico accidente. La conmoción se propagó rápidamente a través de la redes sociales, pero allí la fiesta continúo como si nada hubiera pasado.

A pesar del retraso del comienzo de Green Day, muchos no se enteraron del suceso. Otros, que sí se enteraron, se fueron del recinto, mientras que otra gran parte de los asistentes decidió continuar la fiesta. Allí estaban los miembros de Green Day, preparados para actuar como estaba previsto, pues ellos sí que no fueron avisados del fallecimiento de Aunión por parte de la organización, tal y como han hecho saber después. Y el concierto arrancó.

Pero ahora, que ha pasado más de una semana, la terrible muerte de Aunión frente a la multitud nos deja en el recuerdo un retrato de una sociedad que, desde la llegada de las redes sociales, parece no diferenciar realidad y ficción en muchas ocasiones. Como si se tratara del argumento de alguno de esos capítulos de Black Mirror en los que se pinta un futuro desolador en el que la tecnología nos termina de deshumanizar.

De hecho, una youtuber, alias @gominuke, en su propio Twitter radiografió en tres tuits esa deshumanización a la que parece que nos abocamos: primero narró morbosamente cómo había visto y escuchado el accidente, después criticó a aquellos que estaban retuiteando el vídeo con la caída de Aunión y, finalmente, un rato más tarde, alardeó de lo feliz que estaba siendo en el concierto de Green Day y lo genial que se lo había pasado. Primero soy yo el morboso, después lo critico y, unos minutos más tarde, lo olvido para continuar con la fiesta.

Ella no se estaba percatando, pero estaba retratando un síntoma de nuestro tiempo. Estamos tan expuestos a bombardeos de ficción constantes que cuando es la realidad la que nos golpea, lo digerimos como si se tratara de un giro de guión de alguna serie.

Las redes, por su parte, provocan estados de ánimo tan efímeros que empujan hacia esa deshumanización. Cada emoción, conmoción o indignación se proyecta en las redes y relega a la anterior emoción, conmoción o indignación al olvido. Twitter necesita carnaza nueva cada día, nuevas muertes, nuevas protestas, nuevos reproches, nuevos chascarrillos. Todo es rápido, todo se precipita, todo se olvida. Sin piedad, a una velocidad que no siempre permite reflexionar más allá de una superficialidad de usar y tirar.

Muchos de los que vieron la muerte de Aunión en directo, a sólo pocos metros de su posición en el MadCool, y continuaron con el jolgorio tal vez reaccionaron con esa suma frialdad porque lo vivieron como una película, como si no fuera con ellos. Porque todo lo vemos como si fuera parte de un show que siempre debe continuar, pero no, la vida no siempre es un show: es realidad y, a veces, el espectáculo sí debería detenerse un poco, lo justo al menos, para sentir que seguimos siendo seres humanos.

@borjateran

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