OPINION

Hotel Romántico: así TVE ha modernizado las caravanas de mujeres y hombres en busca del amor

hotel romantico tve
hotel romantico tve

Hubo un tiempo en el que los Telediarios abrían con la noticia de autocares llenos de mujeres camino a remotos pueblos. El objetivo de estas excursiones estaba en que las visitantes encontraran el amor y, de paso, se repoblara el ámbito rural con el surgimiento de nuevas parejas.

A primera vista, el comienzo del programa de La 1 Hotel Romántico recuerda a aquellas caravanas de mujeres con las participantes del formato viajando a Davos (Suiza). De hecho, una de las primeras estampas del formato es la imagen de las protagonistas del show esperando, sobre un suelo mojado y junto a sus maletas, a los pretendientes. Pero, entonces, aparecen los hombres y cambia la percepción del espectador. El programa da un giro radical. Ellos también son españoles que han viajado a un hotel suizo para enamorarse. O, al menos, intentarlo. Así arranca un formato que representa la televisión bonita.

Televisión bonita porque Hotel Romántico sabe contar una historia de personajes a través de su convivencia en el hotel. No se queda en la pelea aireada, la cita básica o la lágrima evidente del reality show comercial al uso y logra un apasionante retrato social. En tal cometido ayuda que el casting esté compuesto por personas mayores de 55 años. Su curtida experiencia vital enriquece cada instante del show. Van más allá de la discusión adolescente, pues todos cuentan con un mochila de sabiduría que otorga un interés extra al show que da una textura especial hasta a la tópica pataleta de quinceañeros. Porque para las pataletas de quinceañeros no hay edad.

Televisión bonita porque, además, rompe con clichés de género a través del trabajo en equipo. Hotel Romántico propone pruebas a sus participantes como elemento que incentiva, empuja y dinamiza las tramas del programa. Pero, mientras que en el formato original estos juegos caen en tópicos machistas, la versión española derriba lo rancio para ofrecer una mirada consciente de su tiempo. Aquí todos cortan leña si hace falta. Sin condescendencias desfasadas, lo que hace aún más rica la historia.

Pero, sobre todo, es televisión bonita porque Hotel Romántico no se queda en la búsqueda frívola del amor y logra realizar una motivadora radiografía social en la que es fácil identificarse. Porque, al final, Hotel Romántico es una oda a las segundas oportunidades. Es un programa que invita a ilusionarse a cualquier edad. Incluso a los más jóvenes del lugar. Sin embargo, las audiencias han dictado que el Hotel Romántico no ha funcionado. Es un fracaso en cuota de pantalla. Este viernes, se ha quedado en solo un 4.9 por ciento de share y 400.000 espectadores.

En este mal resultado no ha ayudado el día y la hora (viernes noche de verano) elegido para su estreno en emisión, que ha transformado en invisible un programa con mucho potencial por exprimir. Porque Hotel Romántico es un formato con una premisa perfecta para la audiencia adulta que sostiene la televisión en España, que se puede ver reconocida en unos personajes que intentan no perder la ilusión con la excusa de la búsqueda del amor.

> El annus horribilis de TVE: los errores que comparten todos sus fracasos de entretenimiento

@borjateran

Y ADEMÁS…

Así sería ‘Verano Azul’ si se rodara hoy

Lo que TVE debe aprender de su propia historia

Galas del Sábado: un viejo programa que es más moderno que la TV de hoy

5 prejuicios sobre TVE que debemos derribar para tener una televisión pública mejor

4 anomalías de la TV en España que hemos terminado interiorizando como normales

8 peculiaridades de los decorados televisivos cuando aún no hay pantallas de Led

Mostrar comentarios