OPINION

La treta del final de 'Juego de Tronos' que ya hizo Antonio Mercero en 'Farmacia de Guardia'

Sólo queda una temporada para el adiós de Juego de tronos. Poco o nada se sabe de su colofón, pero HBO ya ha ideado una treta para que el final no se filtre antes de tiempo. Lo ha anunciado el jefe de programación de la cadena, Casey Bloys: rodarán varios desenlaces para que nadie se entere hasta el último minuto del adiós real. Ni los propios actores podrán responder a la cuestión de cómo es finiquitada la icónica ficción.

Pero HBO no está inventando nada. De hecho, esta táctica ya se ha realizado en España en series como El Príncipe o la propia Farmacia de Guardia. Antonio Mercero siempre fue por delante y, al igual que el director de programación de la cadena de cable norteamericana, comunicó a prensa y público que se grabarían tres finales diferentes de la legendaria telecomedia de Antena 3. Así no existiría spoiler cuando casi nadie sabía lo que significaba en España la palabra spoiler.

Aunque, en realidad, Mercero terminó solo grabó un final, pues la estrategia comercial ya estaba hecha: había creado la percepción social de que nadie sabía, ni Concha Cuetos, cómo terminaba la emblemática serie. Un maestro de la dirección que sabía conectar con la ilusión del espectador con una destreza pasmosa y toneladas de empatía, sin necesidad de ejecutar triples saltos mortales en puestas en escena. De hecho, Farmacia de Guardia se rodó siempre en el mismo decorado, sin salir del Estudio 3 de Antena 3, lugar donde años después se grabó El diario de Patricia (con y sin Patricia) y, ahora, se realiza Espejo Público.

No hacía falta más que una calle de cartón-piedra, el mostrador de una farmacia y una rebotica para contar historias con humor y emoción. Una comedia de situación a la española redonda que, como no podía ser de otra forma, se consumó con un final también redondo. Sucedió el 28 de diciembre de 1995 ante un 62,8 por ciento de share. 11.527.000 espectadores vieron a Lourdes y Adolfo, Concha Cuetos y Carlos Larrañaga, salir por la puerta de atrás de la rebotica y en la verja cerrada de la farmacia sustituir un papel que colgaba.

En ese momento, los dos protagonistas se marcharon y el zoom de la cámara se fue acercando hacia el nuevo papelote pegado en la puerta, al mismo tiempo que se elevaba el volumen de la música de fondo para impulsar las tele-emociones en un espectador diciendo adiós a una serie mítica. Entonces, el público descubrió el gran mensaje final de la ficción. Fue la última y medidísima imagen de despedida de Farmacia de Guardia, secuencia que se tuvo que repetir varias veces, hasta que quedó el papel colgado a la perfección. Así es la televisión inmortal, la minuciosa, que cuida los detalles, para quedarse clavada para siempre en nuestras retinas:

https://www.youtube.com/watch?v=aRPVJv40-kk

@borjateran

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