OPINION

El nuevo azote de los bancos

"La mejor forma de robar un banco es tener uno". Es el título del libro de William Black que está volviendo a las librerías norteamericanas. Fue editado por primera vez en 2005, pero la crisis lo ha puesto de moda de nuevo. El autor fue director del Instituto para la Prevención del Fraude y ahora es profesor de economía de la Universidad de Missouri, en Kansas City.

El libro critica la alianza entre políticos y ejecutivos para acabar con el sistema de cajas de ahorro de EEUU en los noventa, el llamado Savings & Loan System. Y ahora Black aprovecha el momento para decir que los mismos protagonistas  se están cargando el sistema crediticio y la confianza de los americanos.

Black no se corta un pelo para decir que los banqueros de su país han cometido un gigantesco fraude. "Nos dejaron confiar en ellos y luego nos defraudaron. Eso se llama fraude", dijo este hombre en una entrevista en el programa de Bill Moyers (subtitulado en español). Moyers es uno de los periodistas de mayor prestigio en EEUU, quien transmite a través de una cadena de TV sin ánimo de lucro llamada PBS (Public Broadcasting System).

El libro de Black regresa en un momento en que se está poniendo el sistema financiero patas arriba para ver en qué falló y si merece que se le haya inyectado tanto dinero para salvarlo. La mayor parte de los diarios en EEUU critican los bonus que siguen concediéndose a los financieros del país, y desde luego, se preguntan cómo el país entero puro caer tan rápido desde lo más alto.

Black dice tener la respuesta. Los consejos de administración de los grandes bancos no dudaron en meterse en los negocios de las hipotecas basura porque así crecían más rápidamente sus resultados. "La combinación de mucho apalancamiento (leverage) con el sistema Ponzi (estafa piramidal) ha creado una situación que les ha garantizado los beneficios record en estos años", afirma Black. "Eso permite que tengas unos bonus muy elevados, pero hace inevitable que caigas en el desastre".

Puede ser que a algunos les parezca un libro oportunista y exagerado. Pero la cancha que se le está dando en EEUU obedece a un deseo del llamado Main Street (el pueblo, en contraste con Wall Street, los financieros), de señalar y castigar a los culpables de la peor crisis económica de EEUU desde 1929.

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