OPINION

El economista elegante y su fórmula impactante

José Luis Feito es el economista más elegante de España por dos razones: a la hora de vestir, nadie le gana en buen gusto, y a la hora de debatir, sus argumentos son demoledores, pero nunca pierde la compostura.

Veamos:

"El gobierno dice que de esta crisis saldremos, y el Gobierno piensa que puede hacerlo sin cambios, especialmente, sin molestar a los sindicatos".

"Unos saldrán de esta crisis pero no todos porque muchos quedarán enfangados en el paro"

"Esta crisis será como la de 1975-1985, cuando una generación de españoles dilapidó su juventud en el paro".

"Si vuelve una oleada depresiva como la de 2008, por mucho que hagamos no habrá solución".

"Aunque haya recuperación mundial,es posible que el Gobierno nos suma en la crisis si no hace reformas".

¿Por qué pulpitos ha pasado este hombre para lanzar tales razones?

Para empezar, Feito es economista y técnico comercial del Estado.  Fue embajador de España ante la OCDE. Este no es un país sino una organización que agrupa a las naciones más ricas del globo. España entre ellas. Su sede está en París. Y Feito estuvo allí destinado varios años en la primera legislatura de Aznar.

Ha sido director ejecutivo del FMI; también responsable de las relaciones con las organizaciones internacionales del Banco de España. Desde 2001 preside la Asociación de Sociedades Concesionarias de Autopistas (Aseta). Es una de los grandes cabezas pensantes del PP, y él solito podría formar un think tank porque piensa con la contundencia de un carro de combate.

Ah, esta semana fue nombrado presidente del Instituto de Estudios Económicos, y justo el día de su nombramiento pronunció una conferencia en la Fundación Rafael del Pino titulada "La salida de la crisis".

Una de sus tesis para responder al título ambicioso de esta conferencia parece de esas frases burlonas de Oscar Wilde. "Para salir de esta crisis hay que hacer lo mismo que nos introdujo en ella".

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La cosa tiene su explicación: por ejemplo, sabemos que lo que nos metió en esta crisis fue una política monetaria con bajos tipos de interés, pues aquí pedir un préstamo era como pedir un helado. Sabemos que hubo poca regulación bancaria. Incluso, creemos (Feito no lo cree así pero lo admite), que fue la codicia.

Pues bien, para salir hay que hacer un cóctel con todos esos ingredientes, agitarlo y darlo a beber a los españoles. Es decir, poca regulación bancaria  para que los bancos se animen a prestar dinero. Bajos tipos de interés para que empresarios y particulares tengan dinero barato. Y codicia, para animar a los españoles a gastar más, a tener más, a invertir más. Menos ahorro y más confianza, señores.

Para muchos, gran parte de estas recomendaciones sonarán a una provocación, pero Feito afirma que eso es lo que va a dar alas a la economía como quien se toma un Red Bull. "Ahora, la consolidación de los balances del sector privado no financiero es muy débil, y existe el riesto de otro tsunami". En cristiano: las empresas están endeudadas hasta los pelos y con poco dinero, de modo que si endureciéramos el crédito o pusiéramos trabas, nos cargaríamos a miles de empresas.

Feito ha salido incluso en defensa de los bancos, algo que en Vallecas le condenaría a morir en la hoguera. Los culpables no fueron ellos, dice Feito, sino los bancos centrales por dos razones: por prestar dinero barato (bajos tipos de interés durante muchos años), y por prestar mucho dinero. "¿De dónde sacaban el dinero los bancos?", pregunta Feito en voz alta. "De los bancos centrales".

Y, por supuesto, Feito dice que ya arreglaremos cuentas con los bancos cuando salgamos de la crisis, regulándolos y subiendo los tipos de interés. Pero no antes. Y sobre las ayudas fiscales a la economía, no retirarlas demasiado pronto.

Claro que todo esto necesita un carburante sin el cual no podemos arrancar el motor a tiempo: modificar el sistema laboral español. Según Feito, la rigidez laboral en España, superior a otros países, impide a los empresarios contratar empleados con más facilidad. Todo ello proviene en parte del franquismo: como había pleno empleo, no había seguro de desempleo sino indemnizaciones por despido. Al llegar la democracia, los sindicatos mantuvieron esas ventajas, y añadieron la protección social al desempleo practicada en los países avanzados.

Pero el sistema no crea empleo lo cual se nota en tiempos de crisis: entre 1975 y 1985, época de crisis económica, el paro en España se disparó al 20%, tasa no igualada en el resto de Europa. Entre 1992 y 1995, la segunda gran crisis de la democracia, el paro llegó al 24%. Y en la tercera crisis, que es la actual, España es el país de la zona euro que crea mayor desempleo: un 17%.

La prueba de que el sistema laboral español es peor que cualquier otro europeo la basa Feito en la siguiente fórmula: "El PIB alemán ha retrocedido un 6%, y en España un 4%; sin embargo, el paro en Alemania es del 8% (apenas ha subido) y en España se ha multiplicado por dos".

Algunos dirán que ello se debe a que hay muchos contratos temporales y los empresarios no los renuevan, atajando por lo fácil. Responde Feito: "Entre 1975 y 1985 no había contratos temporales y la economía española destruyó mucho empleo".

Conclusión: reforma radical del mercado de trabajo y aplicar las medidas que provocaron la crisis. A muchos les parecerá la pócima de un científico loco, pero los países que están saliendo de la crisis están bebiéndose esa pócima, y tan contentos.

Por cierto, Feito acaba de publicar "En defensa del capitalismo". Sus enemigos ya tienen los mecheros en alto, pero él espera responderles llenando los pulmones de argumentos.

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