OPINION

Por qué las malas noticias son buenas (y viceversa)

El mundo económico y financiero es como la física de partículas: las cosas no se comportan normalmente sino todo lo contrario. Hay casos en que las buenas noticias son malas, y las malas son buenas. ¡Vaya lío!

Bueno, eso tiene su explicación.

Por ejemplo: el indicador adelantado de la inflación (IPCA) en noviembre subió un 0,4%. Hasta hace pocos meses, creíamos que todo lo que tuviera que ver con subida de precios era malo. Ahora es bueno. Buenísimo. Que suban los precios es lo mejor que podía pasarnos porque llevábamos ocho meses de caídas, y estábamos ya rozando la deflación, destructora de la economía.

Otra noticia mala que es buena: el Banco Central Europeo está retirando las subastas de dinero a un año. Para comprender eso, hay que explicar el funcionamiento del BCE. Los bancos comerciales acuden cada lunes y martes a "comprar dinero" al BCE (recuerden que el dinero sólo lo crea el BCE). Mejor dicho, lo piden prestado: y tienen que devolverlo con intereses. Y al igual que nosotros dejamos en prenda nuestra casa (la hipoteca) los bancos dejan depósitos o papel comercial.

Los bancos piden prestado para unos días, para semanas o para devolver el dinero en un año. Ellos sabrán por qué. Pues bien, a partir de ahora ya no podrán pedir prestado a un año porque el grifo se cierra. ¿Por qué lo hace el BCE? Porque teme que si da mucho dinero a los bancos (al 1%), la inflación empezará a subir. La inflación, en este caso y en esta crisis, es un signo de recuperación, pero al igual que los caballos, hay que procurar que no se desboque. La interpretación de esta medida es que el BCE confía en la recuperación y cree que los bancos ya tienen suficiente gasolina.

A principios de diciembre supimos también que el paro subía en EEUU. ¿Mala noticia? No precisamente, porque el paro subió solamente en 11.000 personas. Saquen la cuenta. Un país con más de 320 millones de personas que sólo produce 11.000 parados de más en un mes es que está en buena forma. Y un país con ocho veces menos de población, España (con 47 millones), produjo 65.000 personas más en el mismo mes es que está fatal.

El caso es que la noticia "mala" fue tan buena que la bolsa norteamericana subió aquel día, tirando de las demás.

Y ahora las buenas que son malas. Alemania y Francia han salido oficialmente de la crisis. Bueno, oficialmente se entiende por dos trimestres de crecimiento positivo. Eso que es una buena noticia, puede volverse contra España. Si siguen creciendo, su inflación subirá, y llegará un momento en que el Banco Central Europeo, que por norma no debe permitir una inflación superior al 2%, cortará por lo sano subiendo los tipos de interés. Ahora están al 1%. El año que viene, en el segundo trimestre, pueden empezar a subir. El problema es que España estará económicamente débil, y una subida de tipos de interés, puede retrasar la esperada salida de la crisis.

Y es que el BCE, cuando habla de controlar la inflación, se refiere a las economías más poderosas de la zona: Alemania y Francia. No a España.

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