OPINION

El nuevo rey de la pizza es alemán

El Dr. Oetker
El Dr. Oetker

Imaginen a un hombre que era tan ahorrador que cuando se le empezaba a terminar el jabón, lo pegaba a presión a la nueva pastilla para emplear hasta la última gota. Imaginen a un hombre que se pasaba el día apagando las luces de casa que no se usaban. Bueno, supondrán que ese hombre era muy pobre y esa era la única forma de sobrevivir.

Pues no.

Era uno de los hombres más ricos de Alemania y murió como un potentado hace tres años. A ver si les suena el nombre: Doctor Oetker, o más resumido, Dr. Oetker.

[caption id="attachment_1280" align="alignright" width="387" caption="Fundador del imperio Dr. Oetker"][/caption]¿No les suenan esas pizzas que están anunciando por la tele? Proceden de un imperio que no se limita a los alimentos, sino que abarca las bebidas, el transporte marítimo, la construcción y la banca. Es el imperio Dr. Oetker, un nombre que en Alemania es tan famoso como aquí Gallina Blanca.

Mientras muchos imperios empresariales acaban en el polvo después de una gloriosa historia, el de los Oetker empezó con polvos para hornear que inventó su abuelo Rudolf August Oetker en 1891, en su farmacia de Bielefeld. Por eso todos los llamaban Doktor. (En la imagen)

En Alemania, los polvos del Dr. Oetker llamados “Backin” se hicieron tan famosos que el farmacéutico lo convirtió en un gran negocio familiar. Se hacían llamar los reyes de los pasteles instantáneos y del pudín en bolsa, una especie de Royal a la teutona.

Gran parte de su crecimiento se realizó en los años 30, con los nazis en el poder, y durante la Segunda Guerra Mundial. Como consecuencia de ello, tuvo que pagar indemnizaciones por haber abusado de su mano de obra.

Tras la guerra, según la agencia de noticias Deutsche Welle, los polvos de Oetker fueron el “símbolo de una infancia dulce para millones de alemanes, que siguen considerando natural que las tartas de cumpleaños y los pudin de postre estén contenidos por partes en cajas de cartón”.

En 1970, Dr. Oetker lanzó su primera pizza congelada que hoy puede verse en muchos supermercados.

Hoy es un consorcio con 23.000 empleados que factura más de 7.000 millones de euros al año. Está presente en 30 países, cuenta con cadenas de hoteles, cervezas (Clausthaler) y hasta fábricas de yogures. August Oetker, biznieto del fundador, es quien hoy dirige la compañía.

Lo más sorprendente de la biografía de su padre, el verdadero impulsor moderno del negocio, es que siempre alardeó de su tacañería. Su frase preferida era: “Ser ahorrativo lo lleva uno desde la cuna. O se es, o no se es”.

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