OPINION

Eh, vosotros, no subáis el IVA

Quedan cuatro meses para que el Gobierno suba el IVA. Los productos que ahora se gravan con un 7% subirán al 8%. Eso incluye: los vehículos de dos o tres ruedas de menos de 50 centímetros cúbicos, las prótesis, las gafas, las lentillas, los transportes básicos, la hostelería, las entradas al cine, teatros, parques y sitios culturales, las obras de albañilería...

Luego viene el IVA del 16% que subirá dos puntos, al 18%. Eso significa que pagaremos más por coches, las tarifas de agua, luz, teléfono, algunos servicios médicos...

Tranquilos. El IVA superreducido del 4% no se toca. Es el que afecta a los productos más consumidos por todos: el pan común, la leche, los quesos, los huevos, las  frutas, verduras, hortalizas, legumbres, todo ellos  naturales, los libros, periódicos y revistas, los coches de minusválido, las viviendas de protección oficial.

El gobierno dice que es la única forma de equilibrar las cuentas del estado. Eso me suena conocido. Es lo mismo que hizo Felipe II cuando heredó de su padre una inmensa deuda: asarnos a impuestos.

¿Y qué va a pasar? Unos economistas afirman que si se sube en esa fecha, la economía se detendrá. Lo razonan de la siguiente manera: justo en esas fechas se espera que empiece la recuperación económica, y si el gobierno sube los impuestos, detraerá dinero del bolsillo de los españoles, y estos no comprarán.

Puede pasar, como se ha anunciado, que los comercios no cambien las etiquetas de los productos, es decir, el precio final. Eso significa que las empresas se tragarían el IVA para no asustar a los clientes. pero claro, imaginen que ustedes tienen un comercio: si van a ganar menos por asumir el IVA, ¿contratarán más personal o aguantarán? Seguro que no contratan más personal. Si no contratan más gente, eso quiere decir que la cola del paro será como siempre, y habrá poca gente con dinero. O sea, no habrá consumidores que entren en esas tiendas. Con lo cual, desastre.

Esa es la tesis de Funcas, el servicio de estudio de las Cajas de Ahorro. Y de Manuel Lagares, un eminente economista que en un artículo publicado en El Mundo hace varios meses, afirmaba que si se sube el IVA cuando empiece la recuperación, nos pegamos un tortazo. Lean:

"Los impuestos personales deberían bajarse -y no subirse- justo cuando se inicie la recuperación y los indirectos como el IVA no aumentarse tampoco en ese momento. Con ello se impulsaría y aceleraría la salida de la crisis al dotar a los ciudadanos de una mayor renta disponible cuando, al comenzar la recuperación paulatina del consumo, no se corra el riesgo de que se atesore el ahorro impositivo.Los precios tampoco se verían afectados por los impuestos en ese momento crucial."

Pone el ejemplo de lo que hizo el PP en 1998: bajó los impuestos (creó los mínimos personales y familiares), y lo hizo en plena crisis asiática. ¿Es que nadie se acuerda de aquella crisis? Oh, vaya, vaya...

Yo estoy de acuerdo con esta hipótesis. Creo que poco a poco recuperaremos la confianza. Las cosas irán mejor. Pero claro, justo en el momento en que estemos saliendo de la enfermedad que nos ha tenido postrados dos años, llegará el médico y nos dirá: te tengo que sacar sangre porque la necesito para otros pacientes. ¿Cómo?

Nota: para ser honestos, hay que decir que otros economistas de la CEOE como José Luis Feito piensan que una de las vías que le queda al gobierno para organizar su desbarajuste contable es subir los impuestos. No es que le guste mucho, pero Feito reconoce que no hay más remedio. Tenemos un déficit que galopa como un pura raza español: imparable.

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