OPINION

El extraño acoso sexual de Wikileaks

La semana pasada, los medios de comunicación titularon durante unas horas que el portavoz de Wikileaks, Julian Assange, estaba siendo buscado en Suecia por violación. Duró unas horas porque una  fiscal retiró el cargo de violación, aunque dejó abierta la investigación. Ahora, le han rebajado la acusación a "acoso sexual".

Harpers Magazine decía, citando Aftonbladet, que una de las chicas que estuvo involucrada en la supuesta violación y que le denunció a la policía, afirmó que no se trató de nada violento, sino que Assange tuvo problemas para ponerse el preservativo. ¿Y por eso te denuncian las mujeres en Suecia? Suena muy raro.

Assange afirmó, tras conocer la noticia, que sabía que le iban a tender una trampa. Primero dijo que esperaba un truco sucio, y luego afirmó que los servicios secretos australianos le previnieron contra un honey trap, una trampa de miel, por decirlo de algún modo.

Si en verdad ha sido una trampa de miel, eso es que Julian Assange reconoce que tuvo relaciones con una chica mientras estuvo en Suecia esa semana. En esos días estuvo firmando con el Partido Pirata un acuerdo para lograr que los ordenadores de este partido alojen los documentos de Wikileaks. Y aprovechó para encontrarse con un par de chicas por separado, según las informaciones. Las dos le denunciaron, según las informaciones, pero no está claro qué hizo Assange con ellas.

Si se prueba que Assange es inocente, entonces sabremos las razones de fondo que hay en este caso: en poco tiempo, Wikileaks se ha convertido en el enemigo público número 1 del Pentágono, y en la mayor fuente de exclusivas periodísticas del planeta.  Por eso le odian los militares norteamericanos, pero también muchos periodistas.

Porque hasta The Wall Street Journal criticó a Wikileaks cuando filtró los 90.000 archivos sobre la guerra de Afganistán, la desastrosa guerra, habría que decir. Recordemos que esos documentos del Pentágono mostraban que los talibanes están más fuertes que nunca, que Paquistán ayuda a los talibanes y que la policía afgana no sirve de apoyo.

Le criticaron, aunque no lo reconozcan los periodistas de The Wall Street, porque no les había filtrado los documentos a ellos, sino a The New York Times, a The Guardian y a Der Spiegel.

Nadie sabe en qué acabará el caso Wikileaks y las acusaciones de violación. Todo es posible, y por eso siempre hay que practicar una sana cautela. Pero es sorprendente la facilidad con que los propios medios de comunicación se saltaron todos los controles para aceptar en portada una noticia que olía raro. ¿Una violación? ¡Qué casualidad! Justo en la semana en que se firma un acuerdo que blinda a Wikileaks de ser perseguido por EEUU.

Muchos imaginaban hace tiempo que alguien iba a tender una trampa a Wikileaks. Temían que alguien le pasaría un documento falso, y que Wikileaks lo publicaría enviándolo a un medio prestigioso, y al final se destaparía que era mentira y arruinarían su prestigio.

Pero por lo visto ha sido algo mucho más cruel.

Además, como decía Harper's Magazine, según las leyes suecas, no se puede hacer publicidad de violaciones pues hay que proteger el anonimato, y encima, nunca se debe comunicar ese hecho hasta que esté comprobado.

Pues bien, en este caso, la policía sueca parece ser la que describe Stieg Larsson en sus novelas. Según The Guardian, los polis no tardaron en filtrar la supuesta violación. ¿Y a quién la filtraron? A un medio que no haría grandes esfuerzos por comprobarla: a Expressen, un diario sensacionalista. De hecho, Wikileaks dijo que nunca recibieron una sola llamada de la policía.

La misma persona que procedió a librar la orden de arresto, la fiscal Maria Häljebo Kjellstrand, se ha ido de vacaciones y ahora todo ha quedado en el aire. La fiscal que retiró la acusación, Eva Finné, dice que no tiene sentido la orden de arresto.

Al final, ¿quedará todo en un encuentro sexual? Quizá sea así: el típico encuentro usado por los servicios secretos de todos los países para sacar información, o arruinar la reputación de un enemigo.

Ahora, el Defensor del Pueblo de Suecia está pensando abrir una investigación para determinar por qué un encuentro sexual se convierte en una falsa violación y aparece en los medios de comunicación. O por qué una violación se convierte de un día para otro en acoso sexual.

Mostrar comentarios