OPINION

Seis claves para explicar por qué Madrid fue una balsa

"Parecía un sábado por la mañana en Madrid", decía un periodista para comentar lo que pasó ayer en la capital de España. Se podía circular con más fluidez con el coche. Los transportes públicos, salvo algunos momentos, estaban funcionando puntualmente e incluso con pocos pasajeros. Los comercios y los bancos, abiertos, aunque por la noche algunos piquetes trataron de frenar la salida de los autobuses municipales. Es decir, la huelga no tuvo un gran impacto en la ciudad, casi todo el mundo fue a trabajar pero había menos tráfico y menos aglomeraciones.

¿Qué es lo que ha pasado el 29-S? ¿Cómo se explica que todo el mundo haya ido al trabajo, pero que no hubiese tráfico, ni aglomeraciones de siempre? No hay muchos datos estadísticos, pero la causa parece ser los movimientos de la población flotante. Cada día, hay una masa de personas que se desplaza de un sitio a otro de la ciudad para hacer gestiones, ir al médico, comer o quedar. En el 29S buena parte de esa masa flotante apenas se movió de su trabajo o de su casa.

1. Papeleos. Muchos trabajadores piden permiso para renovar el carné de conducir, ir a Hacienda, o a pagar multas. El 29S el 90% de las administración del Estado estaba abierta. Pero las ventanillas estaban vacías. No había colas. Las ventanillas de atención ciudadana de la Comunidad y del Ayuntamiento estaban abiertas, pero  vacías, según me verificaron varias funcionarias.

2 Quedamos otro día. Los habituales encuentros para comer, para desayunar o para tomar café se pospusieron. Ayer los restaurantes estaban abiertos, pero disminuyó el número de personas que asistió a esos sitios para discutir asuntos de negocios. Eso no quiere decir que estuvieran vacíos, porque muchas personas, que solían comer en casa y volver, prefirieron comer fuera para evitarse problemas de tráfico. Y por esa misma razón, Madrid tenía menos tráfico.

3 Médicos. Muchas citas con los médicos, uno de los motivos principales para desplazarse, se anulaban para el 29S y se posponían o adelantatan. ¿Y las urgencias? Según la Comunidad, desde las doce de la noche, apenas se registraron incidencias ni entradas.

4. Compras, después. Ir de compras un miércoles es lo mismo que un jueves o un martes. Mucha gente prefirió no salir de compras, a menos que fuese necesario.

5. A tiempo. Miles de funcionarios adelantaron su entrada a las oficinas, por temor al colapso. Lo contaba el director de función Pública de la Comunidad de Madrid Miguel Angel López en Gestiona Radio. Eso hizo el tráfico más fluido por la mañana. Se supone que lo mismo hicieron los empleados de la empresa privada.

6. Suministros. Y por supuesto, hay que admitir el impacto de la huelga en los transportes de mercancías y suministros. Circularon menos camiones y camionetas de reparto por el temor de ser víctimas de piquetes.

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