OPINION

El presidente no recuerda cuándo se enteró de que había estallado la crisis

Varias cosas llamaron mi atención de la entrevista que le hizo este domingo El País al presidente de Gobierno. La más importante es que había respuestas tan enrevesadas que tenía que leerlas varias veces para saber qué decía el presidente.

Por ejemplo, el periodista pregunta:

P. ¿Cuál es el error mayor?

R. El error mayor ya lo hemos comentado alguna vez. El debate con su periódico tuvo en eso cierta influencia. Debatimos mucho si había crisis o no había crisis. No tendría que haberme empeñado en aquel debate, porque produjo inevitablemente, y lo entiendo, la sensación en la opinión pública de que yo tenía una conciencia relativa de lo que podía suceder. Ese error lo he reconocido en más de una ocasión, igual que reconocí el error de la T-4, que lógicamente fue mucho más duro para mí internamente, de afirmar que íbamos a estar mejor y al día siguiente sufrir un atentado. Estas cosas pasan cuando eres presidente del Gobierno.

Intentaré traducirlo. El presidente debatía si había o no había crisis. Los españoles se enteraron de que había crisis en septiembre de 2008, hace más de dos años, cuando cayeron las bolsas mundiales. Se enteraron porque aquel mismo año subió el euríbor a su punto más alto de la historia, 4,393, en julio, y se enteraron porque muchas familias se empezaron a arruinar porque no podían pagar su hipoteca. Hace dos años.

Pero el presidente de este país no se enteró de la gravedad de la crisis. Pensaba que había minicrisis que se podían resolver con medidas urgentes. Sí. Pero eran superficiales. No eran medidas profundas como las que se han tomado este año, medidas (y perdonen porque odio esta palabra) estructurales: reforma del sistema laboral, congelacion de salarios, congelacion de pensiones, recorte de gastos del Estado...

Se puede poner la excusa de que antes de esa fecha, no se tenía una clara sensación de crisis. Vale. Pero en septiembre de 2008, este país vio en la prensa y la televisión la palabra crisis en mayúsculas.

En la entrevista realizada por El País en enero de este año, el presidente admite que prepararon medidas de contención contra los problemas que surgieron. Pero no confiesa cuándo admitió la gravedad de la crisis.

El periodista pregunta:

P. Usted ha lamentado públicamente hace sólo 15 días [fue en TVE, a principios de enero] haber tardado tanto en admitir que España estaba sumida en una grave crisis. ¿En qué momento preciso se dio cuenta de eso?

R. Éste es un tema sobre el que se ha escrito mucho. Y retrospectivamente sé que es difícil explicar los tiempos y los momentos, pero cuando tuvo lugar el famoso debate sobre si estábamos en crisis o en una desaceleración, nos estamos refiriendo al momento anterior al crack financiero.

Es decir, no se entiende si se dio cuenta en aquel momento, en 2008. No responde. Hubo un debate a mediados de 2008, lo admite, pero ¿se dio cuenta entonces?

El periodista añade:

P. ¿Septiembre de 2008?

R. Hasta ese momento teníamos un incremento del precio del petróleo, un incremento de la inflación y teníamos un crecimiento menor y algún problema ya manifestado en empleo, fundamentalmente porque el sector inmobiliario iba hacia abajo. Cuando estábamos en esa pendiente hacia abajo, pero todavía no dramática, no muy dura, es cuando se produce el crack financiero. El crack financiero provocó una recesión en todo el mundo y también, lógicamente, en España. En retrospectiva es difícil: primavera de 2008, ahí es cuando los síntomas empiezan a ser cada vez un poco peor; y ya la constatación evidente es en el verano; y la certificación universal en otoño de 2008.

Tampoco aclara el presidente si creyó en la gravedad de la crisis en 2008 o después.

El periodista entonces le pregunta (recordemos que estoy hablando de la entrevista de enero) si se enteró tarde:

P. ¿Cuáles han sido las consecuencias en términos de acción de Gobierno? ¿Qué se habría podido hacer antes o mejor y no se hizo por no admitir que la crisis era grave?

R. No, no. Nosotros tomamos medidas para combatir las distintas manifestaciones de los problemas económicos que se iban produciendo con la diferente gravedad. Cuando teníamos el alza de precios, la inflación, ¿qué hicimos? Decidimos bajar impuestos. Cuando se produce la crisis financiera, ¿qué hicimos? Salir al rescate del sistema financiero, como todos los países. Cuando la crisis financiera provoca una recesión y una crisis en la economía real muy grave, ¿qué hicimos? Planes de estímulo a la actividad y fundamentalmente al empleo. Ahora bien, lo que no hicimos, porque creo que no se podía hacer, fue ir al rescate del sector inmobiliario, que es el que ha generado el peor efecto de la crisis en este país, es decir, la destrucción de empleo.

Eso es: el presidente denomina a la crisis "distintas manifestaciones de los problemas económicos que se iban produciendo con la diferente gravedad". Es decir, no se quiso enterar.

Un ejemplo más de cómo los políticos nunca llaman a las cosas por su nombre.

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