OPINION

"La élite emplea su inteligencia en aprender cosas inútiles en las escuelas de negocio"

florence noiville
florence noiville

Florence Noiville estudió en los años ochenta en la HEC, la Escuela Superior de Comercio de París. Una de las mejores del mundo.

Mientras estaba en la escuela, hizo unas prácticas en Seita, la tabacalera francesa. Uno de sus cometidos era incitar a fumar a jóvenes que nunca había probado el cigarrillo (ella nunca ha fumado). Y para ello, regalaban a los esquiadores toda clase de gorras, camisetas, viseras, dorsales. No era legal, pero en la empresa lo llamaban "un enfoque creativo".

Más tarde, entró a trabajar en la división francesa de Control Data como analista financiera. Control Data era una compañía norteamericana que se dedicaba al mantenimiento de grandes ordenadores y supercomputadoras. Un día aterrizaron los jefes de Minnessota en Marne-la-Vallée. Florence les hizo una presentación del estado de las cuentas, y antes de llegar al final, los yanquis la interrumpieron. "Listen, Florence, how can we make more profit? The rest we don't care about". (Escucha, Florence, ¿cómo podemos ganar más dinero? El resto nos tiene sin cuidado").

Farfulló una respuesta pero a Florence no se le olvidó aquella frase en inglés y hasta la bautizó con un acrónimo. MMPRDC. "Make More Money, the Rest we Don't Care about".  ¿Es eso lo que enseñan en las escuelas de negocios?

La gran desilusión

Después de muchos años, Florence Noiville dejó la empresa y se dedicó al periodismo. Estaba desilusionada por estas experiencias.

Hoy es la responsable de la sección de Livres de Le Monde y acaba de escribir un pequeño texto titulado: "Soy economista y os pido disculpas", que ha vendido 25.000 ejemplares en Francia y que se ha presentado en España (editorial Deusto). Allí dice que las escuelas de negocios solo forman élites que se entregan "al capitalismo desenfrenado".

"Atravesamos una crisis gigantesca, llena de pobreza, de gente sin trabajo, pero la flor y nata de nuestra élite sigue empleando su inteligencia en aprender cosas inútiles en sitios donde sólo se piensa en ganar más dinero", me dice Florence en la cafetería de un hotel de Madrid, donde hemos quedado para desayunar. ¿Y dónde aprende esta élite a ser así?

"En las escuelas de negocios, que atraen ese talento, lo succionan y lo forman", añade con tristeza. "Las escuelas de negocios en realidad no te forman: te formatean".

Las escuelas deben servir al país

Cuando Florence habla de formatear se refiere a que nos inculcan el modelo anglosajón de negocios. Lo que ella llama "el capitalismo desenfrenado". Beneficios, solo beneficios. El resto, we don't care about. ¿Pero es que las escuelas van a enseñar a perder dinero en las empresas?, le pregunto. "Deberían elegir otros desafíos como formar a la gente para crear empleos", responde. "Las escuelas de negocios deberían servir al país".

Lo que más lamenta es que esta crisis ha sido el fracaso de las élites, que esas élites estaban formadas en escuelas de negocios, y que muy pocas escuelas han pedido perdón.

Pone como ejemplo de este reverso tenebroso de las escuelas de negocios a Jerôme Kerviel. Este broker de Société Génerale, hizo un master en Finanzas. En enero de 2008 se sumergió en una serie de operaciones gigantescas que le produjeron al banco unas pérdidas de caso 5.000 millones de euros. Kerviel confesó que se había dejado llevar por la codicia que fomentaba el banco, el sistema.

"El espíritu y los valores de Kerviel son del tipo que se enseña en las escuelas de negocios", dice muy seria Florence. "Se debería emplear el talento de las personas que más valen en la sociedad para luchar contra la pobreza, no para maximizar los beneficios".

El ranking de los sueldos

Para explicar cómo son las escuelas de negocios, esta antigua economista relata cómo se fabrica cada año en Financial Times el ranking de las escuelas más prestigiosas. "Escogen los egresados que tengan los salarios más altos en los cuadros de mando del sistema económico", dice Florence. Como las escuelas quieren salir en esa clasificación, orientan a sus estudiantes  hacia la filosofía de ganar mucho dinero. Esos son sus valores.

Para Florence Noiville este es el capitalismo anglosajón. Pero es lo contrario a los valores europeos. Ella afirma que en Europa se tiene una idea del capitalismo más cooperativa, más colaboradora, y pone como ejemplo muchas empresas capitalistas que son familiares. "El capitalismo familiar es más eficaz", añade.

El barco se hunde para todos

En el  libro de Noiville hablan sus antiguos compañeros de la escuela de negocios. Muchos siguen pensando en la filosofía de "puede que el barco se hunda, pero en mi camarote no hay agua". Otros fueron más felices cuando abandonaron esa filosofía y se dedicaron a escribir, a traducir o a cualquier otra cosa.

Antes de despedirnos, le pregunto a Florence si le gusta su trabajo como directora del suplemento de Libros de Le Monde. "Gano la mitad pero soy más feliz". Ha escrito biografías, cuentos infantiles, una novela titulada "La Donation", y ahora este librito que narra en primera persona su experiencia con las escuelas de negocios y su paso por el mundo de las empresas MMPRDC.

(Mi Twitter para los que se han formado en una escuela de negocios:

http://twitter.com/#!/ojomagico

O en el periódico:

http://twitter.com/#!/la_informacion )

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