OPINION

El Viejo y el Nuevo Periodismo conviven en The New York Times

Page_One_un_ano_en_The_New_York_Times
Page_One_un_ano_en_The_New_York_Times

Hace unos días, un grupo de periodistas fuimos invitados por @LlorenteyCuenca a ver Page One, un largo documental sobre The New York Times.

Resumen: el periódico más famoso del mundo vende menos ejemplares, la publicidad se derrumba e internet no da tanto dinero como uno soñaría. Encima, ha sido sobrepasado por un medio digital llamado The Huffington Post.

En este documental, filmado en las oficinas del Times, los profesionales se preguntan varias veces cuál es el futuro del periodismo.  Creo que el mismo documental resuelve el enigma. Me explico.

Hay dos personajes sobresalientes en este documental. Uno es David Carr. Tiene unos 55 años, escribe sobre medios, padece un rictus en el cuello, y confiesa que a los treinta años se drogó con todo lo que pudo, traficó con cocaína, estuvo en la cárcel, su mujer le abandonó y ahora ha rehecho su vida como columnista del Times. Cuida a sus dos hijas. Volcó todo eso en un libro (The Night od the Gun) y se hizo archifamoso.

Carr ahora destapa exclusivas sobre los magnates de los medios. Es un viejo lobo del periodismo de papel que desconfía de algunos medios digitales. Tiene muchos lectores. En el documental se le ve trabajando en directo: hace entrevistas sin concesiones, le importa un bledo lo que piensen de él, es sincero y defiende la profundidad del viejo periodismo contra los nuevos medios de internet que, según él, sólo copian lo que los demás crean.

El otro personaje destacado en Brian Stelter:  en 2004 (con 19 años) fundó una web sobre cotilleos del mundo de la TV, y en 2007 (con 22 añitos) fue contratado como reportero por The New York Times. Da charlas de periodismo digital, es hiperactivo, tiene línea directa con Julian Assange (de Wikileaks) y levanta muchas noticias. Es un nativo digital. Tiene un blog llamado Media Decoder. Usa un lenguaje fresco, habla de tecnología, de redes, de blogs, de internet, de gadgets y es uno de los periodistas más influyentes en su género.

Los buenos periodistas como Carr y Stelter siempre serán necesarios. La prueba es que Viejo periodismo y Nuevo Periodismo conviven en The New York Times en los momentos más críticos de esta profesión en toda su historia. Un lobo estepario lleno de cicatrices  junto a un joven bloguero que acaba de caerse del nido. Vean la foto.

¿Resuelve eso los problemas económicos de The New York Times frente a los nuevos competidores?

No del todo. The New York Times seguirá siendo un medio influyente, lo cual se demostró esta semana con las 3 millones de visitas que recibió al publicar la carta de un ex ejecutivo de Goldman Sachs cabreado. La prensa del mundo hablaba de la exclusiva de The New York Times. Pero deberá afrontar la terrible verdad de que hay que hacer rentable este negocio. Los ingresos en 2011  cayeron casi un 3% debido a que la publicidad se replegó un 6%. La empresa cerró con unas pérdidas de 39 millones de dólares. El año anterior había ganado dinero.

Los medios nuevos digitales no son tan influyentes pero pueden llegar a ser rentables en menos tiempo, si es que no lo son ya. The Huffington Post presenta una fórmula novedosa que mezcla la información propia con la agregación (resúmenes rápidos o enlaces), y ya es rentable. Otros hacen análisis como Politico, traen exclusivas que arrinconan a presidentes como Drudge Report o ejercen de vigilantes del poder como Propublica. Aunque no hay muchas información sobre sus cuentas, es muy posible que todos sean rentables excepto Propublica, que depende de un mecenas al que no le importa perder dinero.

Hay blogs especializados en tecnología que ahora son el objetivo de grandes grupos como ha pasado con Mashable, que puede ser comprado por la CNN. Un solo blog.

Es decir, el periodismo digital está rompiendo las  viejas reglas, y The New York Times lo ha comprendido.  Por ahora, el  Times está ensayando su fórmula: cobra en internet a partir del pinchar y leer más de 20 artículos. El precio: entre 15 y 25 dólares. Ya tiene más de 400.000 suscriptores digitales. Y la publicidad en internet sigue creciendo. El presidente de la compañía, Arthur Sulzberger, cree  que la salida será digital.  El papel declina. Una vez comparó el cambio en esta industria con el momento en que los trasatlánticos tuvieron que competir con los aviones.

Y por supuesto, da igual el medio de transporte. Lo importante es contar con buenos pilotos como Carr y Stelter. Ese es el mensaje de la película Page One.

La solución del periodismo es el periodismo.

@ojomagico

Mostrar comentarios