OPINION

Por Dios: ¡qué difícil es hablar de Cataluña para cualquier bloguero!

La mayoría de catalanes quiere el referéndum de independencia - sondeo
La mayoría de catalanes quiere el referéndum de independencia - sondeo
Una abrumadora mayoría de los catalanes quieren celebrar un referéndum de independencia, según un sondeo conocido el domingo, subrayando la creciente insatisfacción con el Gobierno central en medio de la crisis económica. En la imagen, varias persona

Cada vez que un bloguero escribe algo sobre las terribles consecuencias que traería la independencia de Cataluña, la zona de comentarios se convierte en una batalla campal.

Qué porquería de artículo, qué triste, qué prepotente, usted no entiende nada de Cataluña, no vuelvo a leerle más, Cataluña estará mejor fuera de España, ofende a los catalanes, usted es un esbirro del gobierno de Madrid... Eso dicen unos.

Y otros dicen: por mí, que se independicen ya, que nos dejen tranquilos, váyanse con sus caganers, no nos hacen falta los catalanes, más caña a los catalufos...

¿Y si el bloguero escribe sobre las enormes ventajas de la independencia catalana?  Lo mismo pero cambiando los papeles.

En serio, a veces dan ganas de no escribir nada.

Pero ese debate está en la calle. Y cuando digo en la calle, es en cualquier bar,  en cualquier reunión o en cualquier familia.

Me comentaba un amigo que trabaja en una empresa, que cuando se reúnen con sus colegas catalanes, estalla el conflicto sobre la independencia. Y para evitar las peleas, desvía la conversación hacia el fútbol. Tampoco le funciona.

Lo peor de todo, es que estos choques han aumentado de intensidad. Y a lo largo de 2014 se puede convertir en una guerra atómica pues cada día que pasa salta una noticia que echa gasolina al fuego. Ya no discuten: ahora se insultan, se ofenden, se humillan...

Entonces, ¿quién tiene que guiar este debate con sensatez? ¿Los historiadores, los economistas, los expertos? Da igual. Porque serán utilizados por unos y por otros para apoyar sus tesis. El debate está tan crispado, que hemos pasado de la conversación, a la guerra verbal.

Entonces ¿qué hacemos? ¿Evitar el debate? Yo no sé hacerlo. Para muchos catalanes independentistas, lo estoy haciendo muy mal, soy ridículo, mis comentarios son tristes, no me van a leer más, estoy al servicio del gobierno, etc. Pues me fui a entrevistar a Barcelona a Francesc Homs, conseller de la presidencia. Yo quería saber si los periodistas lo estábamos haciendo muy mal. Para él, la culpa era de los responsables de los medios de Madrid.

Creo que si uno trata de ser tolerante, acaba con la impresión de que los políticos catalanes aprovecharán eso como una debilidad y darán un paso más. Un paso más hacia algo que no tiene sentido.

Vamos a hablar de sentido. Hace unas semanas, escribí que Baviera tiene más razones para independizarse de Alemania, que Cataluña de España. Pero los bávaros no albergan sentimientos antialemanes.

Esa es la esencia del problema. El sentimiento. Ni la historia, ni la economía, ni los impuestos. Es el sentimiento.

El sentimiento separatista es algo que se ha ido cociendo poco a poco, ante la tolerancia y la comprensión del resto de los españoles. Durante todos estos años, en Cataluña, ha crecido un sentimiento de rencor contra España fomentado por determinados grupos catalanes.

Lo cual ha producido la reacción en el resto de España contra el separatismo. Lo cual a su vez ha puesto furiosos a los catalanes. Y a su vez, eso ha puesto más furioso al resto de los españoles...

Y entonces viene lo peor: al ver que muchos blogueros se meten con Cataluña, entonces esos catalanes neutrales que no eran muy soberanistas, se radicalizan. Se apuntan al soberanismo y al independentismo. Y justo ahí, es cuando a alguien en el poder en Cataluña se le dibuja una sonrisa y dice: ¡Bingo!

Justo lo que querían.

En tales momentos, me gusta escuchar a personas como Vicente del Bosque. Dice que no se imagina una selección nacional de fútbol sin jugadores catalanes. Yo tampoco me lo imagino. Ni a la selección, ni a la economía, ni al país entero. Cuando digo que no me lo imagino no es una cuestión sentimental. Es una cuestión lógica. ¿Qué ganamos todos con la independencia de Cataluña?

Creo que hacen falta más declaraciones como las de Del Bosque. Pero ese espíritu integrador salta por los aires, cuando vemos que el gobierno catalán da un paso más cada día como cuando organizó el increíble simposio 'España contra Cataluña'. ¿Qué? ¿España contra quién?

En esos momentos, un bloguero puede hacer dos cosas: no darle importancia o reaccionar. Si no le da importancia, su conciencia le acusará de estar callado ante un debate donde los lectores esperan que opine. Y si opina, entonces estalla la guerra civil en forma de comentarios. Y volvemos al principio de este post.

Por eso es tan difícil hablar de Cataluña para cualquier bloguero. Pero lo siento mucho: hay que hablar de ello.

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