OPINION

Por favor, no olviden nunca lo que hizo el nefasto señor de las cejas

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He terminado de leer la entrevista que Luz Sela hace a Joaquín Leguina en Teinteresa y de repente he sentido que en este país no hay memoria histórica.

Leguina fue presidente de la comunidad de Madrid por el PSOE. Acaba de escribir un libro donde no se corta y dice que Zapatero era un 'iluminado' que no tenía 'ideas' sino 'ocurrencias', y que se cargó al PSOE y al país.

Y entonces me he acordado de que en este mismo blog califiqué a ZP como el presidente más lento de la democracia. Lento porque donde otros tomaron decisiones de Estado como los Pactos de la Moncloa (Suárez), la entrada en el Mercado Común (González), la entrada en el euro (Aznar), lo único que hizo Zapatero fue meternos en la crisis.

Creo que fui y fuimos muy generosos con ZP. Alguien debería haber instado una denuncia ante la Justicia y hacer pagar a Zapatero por sus desastrosas decisiones. Una de las ventajas que tiene que gente como Leguina (o Mario Conde) se pongan a cantar es que los de a pie conocemos al fin los verdaderos bastidores del poder.

El episodio del nombramiento de Carmen Chacón como ministra de Defensa es de chiste de Gila. Zapatero propuso Elena Salgado solo para 'dar un pelotazo mediático'. Entonces, Miguel Barroso propuso a su propia mujer, Carmen Chacón, porque era catalana y encima estaba embarazada. ¡Qué pelotazo mediático! Y eso fue lo que pasó. Leguina dice que ZP estaba más pendiente de lo mediático que del contenido de un programa político.

Así era nuestro presidente. Un tipo ocurrente de veras.

Leguina cuenta muchas cosas en su nuevo libro Historia de un despropósito. Zapatero, el gran organizador de derrotas (Temas de Hoy). Dice por ejemplo: “Zapatero era teléfono adicto. Despachaba individualmente con sus ministros, que eran cuasi secretarios. La auténtica mesa del Consejo de Ministros estaba en la cancha de básquet que se hizo construir en el complejo de La Moncloa, donde jugaba con los íntimos: Javier de Paz, Barroso, Sebastián...”.

También explica en esta entrevista que se rodeaba de gente sin méritos, que concedía todo a los políticos catalanes y que confundió la socialdemocracia con el anticlericalismo, el ecologismo o el feminismo radical. Solo quería quedar bien con la modernidad.

Lo peor es que casi nadie se acuerda hoy de Zapatero. No señor: no hay que olvidarlo. Hay que recordar que fue el gran responsable de la crisis por no hacer nada a tiempo para contrarrestarla.

Ramón Tamames cuenta que en 2009, un grupo de economistas se acercó a ZP durante un acto público, con el fin de expresarle la preocupación por la crisis que ya había estallado. Y ZP le respondió: "Ramón, los economistas no os enteráis de nada".

Por favor, no olviden al señor de las cejas. Nunca.

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