Cierto: entre el debate del año pasado y el de este año, hay cosas que favorecen a Rajoy. Las expongo a continuación. Pero el dato del paro no ha variado: ¿qué les dirá a los españoles para aplacarles?
Estas son las cifras que se manejarán en el debate:
La prima de riesgo ha mejorado. El año pasado era de 360 puntos, y este año es de 188. Casi 200 puntos menos. ¿Qué quiere decir? Que los inversores internacionales y nacionales vuelven a dar dinero a España porque ven menos riesgo de perder sus inversiones. Las agencias de calificación recomiendan cada vez más comprar deuda española. Ventajas: España ya no tiene problemas para financiarse y encima lo hace a precios más bajos.
El PIB sube incluso más de lo que se espera. En el cuarto trimestre del año pasado, el PIB creció un 0,3%. Comparado con la caída del -0,7% un año antes, es una mejoría notable. Todos los servicios de estudios están triturando sus previsiones, y poniendo que España va a crecer este año más de lo previsto. ¿Un 1%?
La inflación está por los suelos. La inflación es el mayor castigo a una economía, pero también es el reflejo de la depresión del consumo. El año pasado terminó en un 0,2%, una de las más bajas que se recuerda. En 2012 había cerrado en 2,9%. Pero tiene truco: en 2012 el gobierno subió el IVA con lo cual la inflación sufrió esa repercusión. En 2013, con muchas tiendas medio vacías, con las bajadas salariales, no es extraño que la inflación esté a esos niveles.
Muchos emprendedores. Cierto que está aumentando el número de emprendedores. Pero gran parte de ellos eran trabajadores asalariados que fueron despedidos de las empresas, y que son recontratados con un contrato de trabajador autónomo. Y de los que emprenden un negocio, ¿cuántos cierran antes del primer año? Las cifras que se manejan en este sector son un poco contradictorias, pero también reflejan que el español se ha dado cuenta de que el trabajo no es de por vida.
Más exportaciones, y menos déficit exterior No hay duda: las empresas españolas están exportando, gracias a la bajada de los costes laborales, es decir, a que los asalariados se han recortado sus sueldos. Además, ha aumentado la inversión exterior y se ha disparado el turismo. Resultado: España tiene superávit exterior, es decir, entra más dinero del que sale. En 2012 España aún sufría déficit. ¿Entenderá esto el ciudadano medio?
Hasta aquí, se puede hablar de logros económicos. El problema viene a continuación:
El paro apenas ha mejorado: suspenso. La tasa de paro EPA última conocida (cuarto trimestre de 2013) fue de 26,03. Prácticamente la misma que hace un año: 26,02. Encima, las cifras están bastante distorsionadas por un hecho sorprendente: ha disminuido el número de personas en edad o disposición a trabajar, es decir, la población activa. Hay 267.900 personas menos en el mercado de trabajo. Unos se van del país desilusionados. Otros ha dejado de buscar. Hay 1,8 millones de familias con todos sus miembros en paro, y ese dato no ha mejorado en un año.
El argumento anterior es tan contundente, que a Rajoy le resultará difícil restregarnos por la cara la prima de riesgo y la inflación, cuando tanta gente aún no encuentra empleo.
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