OPINION

Los diez mandamientos que salvaron la economía sueca del desastre

Göran
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Göran Persson fue nombrado ministro de Economía en 1994. Así describía la situación de su país en una entrevista a McKinsey: "Después de años de fuerte crecimiento interno impulsado por el crédito fácil y el alto nivel de endeudamiento, estalló la burbuja inmobiliaria, provocando el colapso y la nacionalización parcial del sector bancario. La demanda interna se desplomó... En tres años, la deuda pública se duplicó, el paro se triplicó y el déficit público se multiplicó por diez, a más del 10% del PIB, el más grande de cualquier país OCDE en ese momento".

¿Les suena el caso?

Como nadie quería prestar dinero a Suecia, Göran Persson viajó a Wall Street para convencer a los bancos de inversión de que siguieran metiendo dinero en la tarjeta de crédito de un país llamado Suecia. ¿Y saben lo que se encontró? A un montón de "insolentes veinteañeros" que le hacían preguntas como: "¿Por qué gastan tanto ustedes en la escuela primaria?" o "¿Por qué su subsidio de desempleo es tan alto? ¿No podrían recortarlo?".

En una entrevista a La Vanguardia, Persson reconoció que aquello fue "humillante". Pero se tragó su orgullo y prometió a aquellos banqueros enderezar su país.

Persson llamó por teléfono al primer ministro y le dijo que aquello no era un problema de dinero. Era peor. Era un problema de soberanía: "Aquellos chicos de Wall Street no tenían que decidir el futuro de mi país", afirmó en la entrevista.

Como ministro de Economía tomó las mismas decisiones que se tomaron en España en 2010 con Zapatero, en 2012 con Rajoy y ahora, con Manuel Valls en Francia. Recortes, reformas, ajustes...

Los recortes castigaron a los funcionarios, a los pensionistas y a los trabajadores. Estos últimos sufrieron recortes de salario y recortes en el seguro de desempleo. Pero el gobierno sueco apenas tocó la enseñanza, el cuidado de los niños y la salud. "Me convertí en el ministro de Economía menos valorado de la historia de Suecia", confesó.

Cuatro años después, la economía había dado un vuelco: el paro se redujo, las empresas exportaban más que nunca, la economía crecía a niveles jamás vistos y se logró superávit. El estado ingresaba más dinero del que gastaba. Suecia se había salvado del desastre.

De allí surgieron los famosos 'Diez mandamientos económicos'. No los escribió Göran Persson sino un experto de su ministerio llamado Jens Henriksson.

1. Si quieres crecer debes sanear las finanzas públicas.

2. Si estás endeudado no eres libre.

3. La persona responsable debe arriesgar su puesto.

4. Fija unas metas y cúmplelas.

5. La consolidación (saneamiento de las cuentas) debe ser diseñada como todo un paquete de medidas.

6. Actúa de forma estructural pero sé consistente.

7. No dejes que los problemas los resuelvan las autoridades locales.

8. Sé honesto con los ciudadanos y con los mercados.

9. Céntrate en un solo mensaje.

10. Cumple.

Fue el milagro sueco. Pero hubo que sufrir.

Göran Persson fue nombrado primer ministro de Suecia en 1996. Duró diez años en el cargo.

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