OPINION

La decisión más dura de Emilio Botín: despedir a tu propia hija

ana paty
ana paty

El 21 de febrero de 1999 El País semanal publicó una entrevista a Ana Patricia Botín. Era consejera directora general del Banco Santander y se iba a convertir en la superjefa de la banca comercial global de la megafusión del Santander con el Banco Central Hispano. El BSCH.

Era la fusión del año. Pero, como todas las fusiones, aquello despedía una cantidad de energía tan grande que podía explotar.

Juntar a dos equipos de directivos y empleados tan diferentes en una entidad era como unir a romanos y cartagineses en un equipo de fútbol. Había recelos, peleas, discusiones y mucha desconfianza. ¿Quién iba a ser el capitán? ¿Quién iba a correr por la banda? ¿Quién el portero?

Emilio Botín iba a convertirse en el gran ganador porque tenía el mayor porcentaje de las acciones pero trataba de hacer las cosas con cuidado. Aparentar una fusión entre iguales. Como si todos fueran a jugar en los partidos. Habría dos co-presidencias, pero la persona que iba a tener más poder ejecutivo iba a ser Angel Corcóstegui, del Central Hispano. Es más, iba a ser el jefe de su hija Ana. ¿Quedaba alguna duda?

Todo iba más o menos bien hasta que Ana Patricia, su hija, insinuó en aquella entrevista que Angel Corcóstegui no pasaría de ese puesto. ¿Qué significaba eso? Que en 2007, cuando se jubilase don Emilio, Corcóstegui no sería presidente. Lo sería ella.

La entrevista fue el detonador que hizo explotar las iras de los ejecutivos del Central Hispano. Emilio Botín tuvo que reaccionar. Obligó a su hija a dimitir de todos sus cargos ejecutivos en el Santander y renunciar a los que iba a tener en el fusionado BSCH. Fue la decisión más dura de su vida. ¿A quién le gusta sacrificar a su hija? La dimisión suponía reconocer que se ella había equivocado.

Ana Patricia había empezado formándose en JP Morgan en 1981, donde, tras un entrenamiento en Nueva York, se le destinó a América Latina. Al regresar a España, al Banco Santander, se le encomendó abrir negocio en América Latina. Ella fue la que sentó las plazas en países que entonces no eran un gran negocio: México y Perú perdieron mucho dinero. Hoy se han convertido en la salvación de las cuentas del Santander.

Al salir del Santander por la puerta de atrás en 1999, Ana Patricia creó un fondo de inversión que no fue muy feliz. Luego presidió Banesto, donde mejoró las cuentas y su imagen. En 2010 saltó al grupo Santander en Reino Unido. La BBC afirmó que era la mujer más poderosa del Reino Unido después de la Reina y la ministra de Interior. Y es una de las 50 mujeres más ricas y poderosas del mundo.

En 1999, cuando le cortaron la cabeza en su ascenso profesional y toda la prensa daba por terminada su carrera, me tocó escribir un perfil que terminaba así: "Recuerden, es mujer y no ha muerto en el intento. Ojo". Esta chica iba a presidir tarde o temprano el banco. Ella ganaría aquella vieja batalla.

Desde hoy, tras el fallecimiento de su padre, es la nueva presidenta del mayor banco de España, de Latinoamérica, el cuarto de Europa y uno de los mayores bancos del mundo.

Antes del anuncio oficial, Wikipedia ya lo daba por hecho. La última entrada del perfil de Ana Patricia Botín decía a las 10 de la mañana: "El 10 de septiembre tras la muerte de su padre Emilio Botín es nombrada presidenta del Banco Santander".

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