OPINION

Las siete alarmas que nunca escucharon los emprendedores antes de lanzarse

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¡Ánimo! ¡Tú puedes emprender tu propia empresa! ¡Sé tu propio jefe! ¡No pienses lo que el Estado puede hacer por ti, sino lo que tú puedes hacer por el estado! ¡Sal de tu zona de confort!

Estamos todo el día escuchando campanas gloriosas. Si mi vecino se ha montado su empresita de transportes, su restaurante de croquetas o su web de alpargatas on line, ¿por qué no voy a hacerlo yo

Vale, bien. Pero levantemos un poco el pie del acelerador para saber lo que está pasando de verdad. Hay muchas quiebras, cierres y fracasos entre los nuevos emprendedores. ¿Qué es lo que no les dijeron? ¿Qué alarmas nunca escucharon?

Primera, la mayor parte de los nuevos autónomos eran trabajadores por cuenta propia que fueron despedidos. No es que tuvieran vocación de emprendedores. Es que se vieron abocados a emprender.

Segunda, muchos de esos autónomos hubieran preferido trabajar con su contrato indefinido en alguna empresa, pero ahora están convencidos de  que nunca más van a encontrar trabajo fijo. En lugar de estar dos años cubiertos por el seguro de desempleo 'a ver si cae algo', reúnen todo el paro  de un golpe y montan su proyecto.

Tercera, una buena parte de esos emprendedores se quedan sin blanca a los tres años. ¿Por qué? Porque no tienen ni idea de los riesgos de emprender.Hay que llevar una contabilidad compleja. Además, piensan que basta con una buena idea. Nadie les ha dicho que esa idea ya se puso en marcha.

Cuarta, tener la iniciativa y la idea clara (que puede ser buena) no significa éxito. Hay que salir a vender. A venderse. A captar clientes. No te van a llegar por arte de magia a tu negocio. La mayoría no conoce técnicas comerciales.

Quinta, tras los primeros batacazos, el emprendedor se deprime porque no tiene fortaleza para fracasar. Eso sucede porque en España no educamos en los colegios sobre la cultura del fracaso empresarial. En EEUU, lo primero que se enseña en los colegios es: acostúmbrate a que las cosas te salgan mal.

Sexta, los bancos no dan dinero a emprendedores 'con una gran idea'. Ni siquiera con 'una cojo-idea'. No te dan dinero, sencillamente. Por eso si un mes te quedas sin dinero por un fallo de cálculo de tesorería, estás frito.

Séptima, muchos emprendedores nuevos se olvidan de su etapa de trabajadores y contratan becarios sin pagarles, o se saltan las cuotas a la seguridad social. ¿Es que nadie les dijo que el trabajo gratis es ilegal salvo en las ONG?

La metamorfosis de trabajador a emprendedor es muy dura y no siempre acaba dándole alas.

La ventaja es que los que triunfan, no cambiarían por nada su libertad. Pero les habría encantado que al principio alguien les hubiera explicado todos los riesgos.

(Foto cortesía de freedigitalphotos.net)

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