OPINION

La reconstrucción psicológica de una clase media muy cabreada

vampirus
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Hace unos años, el ilustrador Aleix Saló sacó un video titulado 'La clase media desaparece'. Trata de cómo una especie llamada 'Vampirus Ibéricus' se ha instalado en el poder mediante enchufes, y que se ha perpetuado manejando el dinero a su antojo.

Puesto que este 'vampirus' concede trato de favor a algunas empresas, al final, estas empresas se lo agradecen ofreciéndoles bien pagados sillones en los consejos cuando se retiran.

http://youtu.be/vGn1J6M8o5A

El resultado es que no se distribuye justamente la riqueza en nuestro país, sino que se esquilma a costa de una clase media que se empobrece y desaparece.

No creo que haya desaparecido, pero desde luego se ha empobrecido. Las diferencias entre los ricos y pobres se han acentuado desde que empezó la crisis en 2008. La clase media ademas ha sufrido un profundo impacto emocional al ver que retrocede económicamente, pero que un montón de 'vampiros ibericus' progresan y se han hecho ricos.

¿Que ha significado la clase media para este país?

La clase media fue la que garantizó la estabilidad en la transición pues no quiso experimentos raros en política, puesto que tiene mucho sentido común, y  deseaba mantener lo que había adquirido.

Una de las claves de la clase media (y de todo ser humano) es que tiene la esperanza de que el mañana será mejor que el ayer.

Desde hace pocos años, con la crisis, esa clase ha visto que cada año era peor que el anterior: ganaba menos, sus propiedades valían menos, sus riesgos aumentaban, y hasta su pensión estaba en peligro.

Por eso, el trabajo de cualquier gobierno tiene que ser reconstruir económica y psicológicamente a la clase media. Los partidos políticos llaman a eso 'conquistar el centro político'. Hasta Podemos lo llama 'conquistar el centro del tablero'.

No es fácil porque es una clase desconfiada. Ha visto la cantidad de 'vampiros ibéricus' que se han forrado en el poder (alcaldes, concejales, altos cargos), y por eso está desmoralizada, y no sé hasta qué punto muy cabreada.

¿Cabreada? Sí. Porque no sé si, a diferencia de los años 70, está más dispuesta a hacer experimentos con o sin gaseosa. Puede ser que se recupere económicamente, pero la clave está en saber si se va a recuperar psicológicamente.

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