OPINION

El extraño caso del teniente Segura y la película que iba a los Goya

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Háganse la siguiente pregunta: si hay corrupción entre los políticos, los sindicalistas, los banqueros, los empresarios... ¿acaso no va a haber corrupción entre los militares?

Eso es lo primero que uno se pregunta cuando empieza a ver la película del director Carlos Hernando sobre el teniente Luis Gonzalo Segura.

Este joven militar había sido destinado a la subdirección de Operaciones de Red de la Jefatura de Sistemas de Información Telecomunicaciones y Asistencia Técnica del Ejército. Lo que vio no le gustó nada: se hacían pagos por productos y servicios fantasma, se fraccionaban contratos con los proveedores y se adjudicaban por un precio superior al original, había cursos de formación fraudulentos y desapareció parte del inventario disponible en el cuartel.

El teniente Segura no solo lo denunció ante los mandos, sino, al constatar el silencio, escribió un libro titulado Un paso al frente que en el verano pasado se convirtió en un best seller. En enero pasado ya había vendido más de 30.000 ejemplares, según El País.

La respuesta que ha recibido de sus mandos militares fue enviarle a prisión. Sigue ahí. Lleva cinco meses por su actitud, y también por decir que si sus mandos le piden entrar a saco en Cataluña, muchos como él se negarían.

http://youtu.be/JMt036G1u4M

El director Carlos Hernando hizo un documental basado en sus testimonios, y en el testimonios de muchas personas más: políticos, periodistas, escritores... La película titulada El informe Segura es una marea de datos que invita a los espectadores a pensar sobre el Ejército: ¿son limpias las cuentas?¿Hay chanchullos? Hay que ser demasiado iluso para creer que no hay una mota de corrupción en el Ejército.

Algunos pensarán que es una película 'contra' el Ejército. Todo lo contrario. En una entrevista a Voz Populi, Hernando deja claro que "este documental está dedicado a los 172 militares españoles que han perdido la vida en misiones en el exterior intentando llevar un poco de esperanza a los millones de desamparados que habitan nuestro mundo".

http://youtu.be/gXUzdCTdacM

Hernando ha hecho otros documentales, uno de ellos jugándose el tipo en Cuba. Le espiaron, le detuvieron y le deportaron por "contrarrevolucionario", ya que filmó un documental sobre el periodista disidente Guillermo Fariñas.

Hernando logró entrar en la lista de los candidatos a los Goya con El informe Segura. Pero, de forma extraña, el destino se torció: el teniente Segura plantó una demanda contra el director porque no le gustó el resultado final.

Todo comenzó cuando el director permitió al teniente Segura ver una copia de la película. El militar, entre otras cosas, pidió eliminar escenas y testimonios que no le convenían (según la versión de Hernando), y exigió una escena final que imitara la muerte de Cristo en la cruz. El director se quedó boquiabierto. No cedió.

Muchos sospechan que, cuando los académicos del Cine se enteraron de que había una denuncia, les entraron temblores y descartaron la película. No tengo pruebas para juzgar eso, pero tras ver la película, me surgió la reflexión con la que he empezado este post: ¿cómo no va a haber corrupción en algunas partes del Ejército si la hay en la banca, la empresa, los sindicatos y la política?

¿Es muy difícil meterle mano a las cuentas del Ejército? ¿No creen que una película así merece acudir a los premios?

Las Fuerzas Armadas, según las encuestas del CIS, cuentan con una altísima opinión entre los españoles. Se la merecen porque sabemos que se juegan la vida en misiones de apoyo y humanitarias. Pero para seguir contando con nuestro apoyo, deberían pasar el algodón por algunos departamentos y limpiar la suciedad.

Eso es lo que pretende Carlos Hernando con su lograda y sincera película que iba para los Goya.

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