Pablo Iglesias: de potencial presidente de España a un candidato más

Pablo Iglesias espera convertirse este año en presidente de España. Lo ha dicho bien claro varias veces como cuando expresó: "El PSOE tendrá que elegir entre hacer presidente a Rajoy o a mí".

Las encuestas le han dado durante unos meses la mayoría de la intención de voto. Los medios le hemos hecho la campaña gratuitamente. Pero las encuestas comienzan a mostrar que sus apoyos se desinflan pues cada vez hay más obstáculos que se interponen en su camino:

-Extrema izquierda. Cuando los encuestadores preguntan a la gente en la calle dónde situarían a Pablo Iglesias la mayoría lo coloca en la extrema izquierda. Es difícil que cualquier extremo (izquierda o derecha) pueda obtener la mayoría de los votos.

-Pasado explícito. Estamos en la era de los registros porque todo queda registrado: tus fotos, tus palabras, tus charlas, tus opiniones... Por más que Iglesias se empeñe en buscar la centralizad del tablero, hay muchos registros que prueban otra cosa como el mitin donde sale puño en alto cantando la internacional con un cantante acusado de enaltecer el terrorismo.

-Apoyo al chavismo. Aunque él no lo quiera, es uno de sus mayores enemigos: el chavismo. Día tras día, desde Maduro hasta cualquier miembro del Partido Socialista Unificado de Venezuela están insultando a España, a las cortes, al gobierno y a las empresas españolas. Eso no gusta.

-Programa cambiante. Todo el mundo tiene derecho a cambiar, pero hacerlo tan rápido trae sus consecuencias. El programa económico que Podemos presentó para las europeas ha ido cambiando. No sirve, como dicen ellos mismos, para España.

-Símbolos republicanos. En el gran mitin de Pablo Iglesias y Podemos en Madrid hace varias semanas, no ondeó ninguna bandera española. La mayoría eran republicanas. España no es de mayoría republicana. Puede gustar o no, pero la bandera roja y amarilla es la que hay.

-Escándalos. El caso Monedero, sus ingresos de casi medio millón de euros no justificados, el caso Errejón y sus cobros cuantiosos a una universidad, las peleas internas...

-Pocas mujeres. Un partido que habla de ellos y ellas, no tiene casi ninguna candidata. La mayoría son hombres. Eso mosquea hasta a los que simpatizan con Podemos.

-Suspensiones. Como todos los partidos, Podemos ya ha sufrido algunas peleas que han acabado con dimisiones o con la suspensión de los candidatos de La Rioja por presunto fraude.

-Financiación. Al principio supieron valerse del crowdfunding. Pero cada día tienen más dificultades para recolectar dinero para sus campañas. Y todavía cuelga como un sambenito las acusaciones de financiación irregular a través de Venezuela.

Todo esto se interpone en el camino del candidato Pablo Iglesias, de quien nadie duda que es uno de los mejores comunicadores políticos de la actualidad.

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