OPINION

Albert Rivera y Pablo Iglesias: lo que se puede aprender de un debate delicioso

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Este domingo se ha emitido uno de los debates políticos más frescos de este país en años. No sé si en siglos. Lo emitió La Sexta en el programa Salvados de Jordi Evole.

El periodista reunió a los dos jóvenes políticos en un bar y les hizo hablar, debatir, preguntarse, repreguntarse y responder incluso a un pequeño test.

¿Qué se puede comentar?

-El debate fue más fresco y espontáneo que los debates entre peces gordos de la política a los que estamos acostumbrados. Hubo juego limpio, pero entraron a saco en los grandes temas sin necesidad de insultarse o gritar. Parecían dos gentlemen. Para que vayan aprendiendo los de PP y PSOE.

-Albert Rivera sabe más de economia que Pablo Iglesias. Se nota que está asesorado por un profesor como Luis Garicano, uno de los mejores economistas actuales. Y fue por eso por lo que Albert se mojó menos con las promesas: ¿renta mínima? ¿Adelantar la jubilación? "Me encantaría pero no me comprometo porque todo eso cuesta dinero", dijo Rivera. Pablo sí se mojó.

-Pablo Iglesias hizo el papel de Guillermo Tell, y por lo menos en eso fue coherente y hasta valiente. Desde la necesidad de dar todos los servicios públicos a un sin papeles, hasta nacionalizar las eléctricas para asegurar el suministro a los que no tienen para pagar las facturas de la luz.

-Rivera dio la impresión de ser más sólido cuando hablaba de las deudas del partido con los bancos pues ha pagado todo y pidió que no se condonaran ni un euro a ninguno. Pero en el caso de Podemos, sigue revoloteando el tema de Venezuela.

-La frase que se va a comentar fue aquella en la que los dos reconocen haber pagado 'alguna vez' en negro. El PP y el PSOE ya les estaban atacando a los minutos, pero seamos sinceros. Si hubieran dicho que nunca habían pagado en negro nos habríamos muerto de risa.

-Prefiero un debaje entre Pablo y Albert que entre Mariano y Pedro.

-En las encuestas que empezaron a funcionar poco después, se preguntaba quién resultó más convincente. Para los militantes de Podemos y Ciudadanos, no cabe duda: el suyo. Pero creo que para aquellos que no saben a quién votar, Albert Rivera resultó menos agresivo y más razonable.

-Las declaraciones de Pablo Iglesias pueden causarle problemas como cuando reconoció que su partido iba a manejar peor las cuentas del estado. Hasta Jordi Evole se sobresaltó y le pidió que lo repitiera.

-Albert Rivera parece que tiene respuestas para todas las preguntas, y en algún momento da la impresión de caer demasiado en el automatismo.

-Pablo Iglesias se pasó un poco con los tacos. En un momento hasta Jordi Evole le dijo que decía más tacos que él.

-La comunicación política está cambiando en este país. Los políticos bailan en programas populares, tiran balones a la cesta, llaman a Sálvame, se marcan un bailongo en finales de campaña y ahora se prestan a un debate sin preguntas pactadas. Al final, ganamos los ciudadanos porque escuchamos y vemos a los políticos.

-Está claro que en España las cosas se resuelven en el bar: son nuestros templos.

-Como periodista, tengo que reconocer que Jordi Evole supo organizar un debate en el cual los políticos dijeron cosas interesantes, el moderador no era una estatua, supo mantener el interés, pincharles y sacarles declaraciones, sin que pareciera la estrella.

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