OPINION

El senado francés apela a la Revolución Francesa para prohibir el catalán

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Una mayoría de senadores franceses acaban de votar que el catalán no será lengua oficial en Francia.

Esto no solo ha sido un golpe para las zonas catalanohablantes de Francia, sino también para otras lenguas minoritarias como el occitano, el bretón, el vasco, el alsaciano y algunas más (ver mapa).

Lo más llamativo es que los senadores se han saltado por las malas una Carta Europea para las Lenguas Minoritarias y Regionales que había sido firmada por el gobierno francés en 1999. Solo quedaba ratificarla para incorporarla a la Constitución. Pero la negativa de los senadores a ratificarla impide dar ese paso. El catalán y otras lenguas no serán oficiales.

Los políticos se han escudado en el argumento de que si el francés es el idioma de Francia según la Constitución, dar carta de validez a otras lenguas podría romper esa unidad.

Parece una decisión tomada por políticos franquistas antes de 1975. ¿Verdad?

Pero, ¿sabían de donde viene esa imposición del francés a un país que tiene lenguas locales como España?

De la Revolución Francesa.

Es uno de los pasajes más sorprendentes de la historia de Francia. Cuando estalló la revolución en 1793, solo la cuarta parte de Francia hablaba francés. El resto hablaba las lenguas regionales.

Los revolucionarios instituyeron el francés como idioma nacional de Francia y la consagraron en la nueva Constitución republicana. Gritaron que el Siglo de las Luces tenía que hablar francés. Todas las demás lenguas locales fueron desterradas sin compasión. Los senadores del siglo XXI han apelado ni más ni menos que a una norma que tiene más de dos siglos.

A esas lenguas minoritarias prohibidas las llamaban patois. Y desde entonces quedó que hablar patois era como hablar una de paletos.

La ventaja de eso es que se gasta menos dinero en traducción y todos los ciudadanos republicanos pueden acceder a los mismos puestos de la administración en todo el Estado francés, sin que se les discriminase por su lengua.

Pero eso no quiere decir que el catalán esté proscrito. Cualquier persona que vaya a Perpignan verá que los carteles de las calles y de las librerías están en los dos idiomas.

Solo hay una diferencia respecto a calles y carteles en Cataluña: en Perpignan primero está lo escrito en francés.

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