OPINION

Mi personaje del año: Carolina Marín, la campeona mundial de bádminton

carolina marin
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Tiene 22 años y es la número 1 en bádminton femenino.

Descubrimos a Carolina Marín en abril del año pasado, cuando se coronó campeona de Europa. Meses después, ganó el campeonato del mundo frente a una china.

Y este año ha repetido su racha: ganó el campeonato del mundo y y se situó en la número 1 de la lista del ranking mundial al derrotar de nuevo a una china.

Lo que más me gusta de Marín es su sonrisa de chica que parece que ha sido un golpe de suerte. Pero no: se lo ha ganado a fuerza de constancia.

Empezó jugando en el Instituto de Secundaria La Orden en su ciudad natal, Huelva. Poco a poco fue ascendiendo en los campeonatos de un deporte que, la verdad, no tenía las papeletas para destacar.

Digo que no las tenía por dos razones: porque el bádminton no es un deporte de masas, y porque Carolina es mujer. Las deportistas de este país saben lo que cuesta que las patrocinen, que las ayuden, que las televisiones se interesen por ellas, que las federaciones las cuiden.

Este es un país para machos y para el fútbol.

Pero Carolina está rompiendo ese esquema. Este año se ganó el Premio Nacional de Deporte Princesa Letizia, y el premio Nacional de Deporte 2014 (junto con Márquez).

Pero también ha sido uno de sus peores años desde el punto de vista emocional. No es una cuestión de amores, sino de patrocinios. La Federación Española de Bádminton quiso tomar el control del patrocinio de la campeona, organizando la vida de Marín y de su entrenador. Empezaron los choques con el presidente de la Federación. Carolina lloraba por las noches. Pidió que dimitiera el presidente.

Carolina hizo unas deflaciones a la prensa que lo resumían todo.

"Estoy decepcionada. No imaginaba que un oro mundial pudiese dar tantos problemas. He llegado a pensar que me da igual la medalla, que casi prefería no ganarla. Llegas a decir cosas muy gordas cuando te ves mal. Lo que más me duele es que llevamos muchos meses de conflicto y no se solucionan las cosas, porque quien debía buscarlas no lo hace. Y está afectando mucho. Llevamos ocho meses de conflictos y me preguntan cómo hago para sacar títulos adelante [ya es número uno del 'ranking' mundial]. Pues gracias a mi fortaleza mental, pero en los entrenamientos uno lo lleva muy mal, porque quienes están alrededor lo llevan mal. Esa negatividad alrededor afecta. He llorado muchas veces. A las 12 de la noche he llamado llorando a mi entrenador [Fernando Rivas]. Cuando debía descansar estaba llorando. He tenido pesadillas...".

El año va a acabar y las cosas siguen igual: cada uno en su sitio. Pero para mí, el recuerdo que me llevo es el de una deportista que ha hecho algo extraordinario. Se ha colocado en el primer puesto del mundo en un deporte que no es muy popular en España. "Arriba del podio tengo claro que toda mi vida quiero escuchar el himno español, que es con el que me emociono y lloro".

 Mi personaje de 2014: Anxo Pérez.

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