OPINION

¿Qué parte no entienden quienes defienden a los anarquistas detenidos?

titiriteros
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Puse en Twitter la noticia de que  uno de los titiriteros pertenece a un grupo anarquista que visita a los presos de ETA, a lo que una internauta me respondió: "¿Y?", mientras que otro argumentó que "el cura de mi pueblo,mi hermana y mi amigo Fernando también son de una organización que visita cárceles:La iglesia católica. ¿Y?".

¿En serio piensan que es normal?

Hagamos retroceder la moviola. Un grupo de padres que estaban con sus hijos contemplando una función de titiriteros en un barrio de trabajadores de Madrid denunció que en el acto se veían cosas como una violación, un asesinato, un aborto y una persona con un cartel de Gora alka-ETA.

No fue la policía quién se movilizó sino gente del pueblo. Eso para empezar.

Cuando supe que les habían llevado ante el juez pensé que era una forma de decir en alto: "Con el terrorismo no se juega, chicos". ETA ha asesinado a casi mil personas, ha aterrorizado a este país y ha sido la mayor lacra y preocupación de los españoles durante décadas. No hay que pasar ni una, como en cualquier país civilizado. Menos aun ahora, que otros grupos terroristas están haciendo estragos en Europa.

Luego, cuando me enteré de que iban a encarcelar a los titiriteros durante tres días, me dije: "Caramba, me parece excesivo. Basta con asustarles". Pero claro, el tonto era yo. Porque no eran unos jóvenes haciendo trastadas de forma inconsciente como el que se vistió en Galicia de carnaval con el cartel de Gora alka-ETA. No.

Pertenecían, como informaba eldiario.es. a un grupo anarquista y lo que deseaban representar no era para niños sino para mayores. Un portavoz de CNT explicó al periódico que la obra tenía un contenido anarquista e ideológico.

Si fuera para adultos, nada que objetar. Pero ¿para niños? ¿Es que no los veían? Pues son unas cositas bajitas que están todo el día dando saltitos.

Pero no quedó ahí. Luego, la agencia Servimedia publicó que uno de los anarquistas visitaba a presos de ETA y a dos anarquistas italianos detenidos por asesinar a policías.

Pues bien, para algunas personas, hacer esas visitas es normal. ¿Perdón? Podría ser normal si se trata de una ONG que visita a Francisco González, corrupto del PP, o que ha visitado a Luis Bárcenas, corrupto del PP. Pero se da el caso de que este titiritero visitaba a presos de ETA asesinos y a anarquistas asesinos.

La diferencia es abismal.

¿Saben cuál es el problema? Muy sencillo: si los titiriteros hubieran representado un golpe de estado con Tejero y contra el Parlamento, poniendo un cartel que dijera 'Todo el mundo al suelo, pum', y se burlaran de los partidos políticos y enalteciera a la Guardia Civil en nombre de Tejero, entonces los mismos que ahora dicen '¿y?' dirían que es un atentado a la democracia.

Siempre lo mismo. Los defiendo si los titiriteros son 'de los míos'. Y ataco, cuando 'no son de los míos'.

¿Quieren pruebas?

Cuando Jordi Evolé hizo un programa sarcástico simulando que el 23F fue un montaje, mucha gente –los mismos que hoy defienden a los titiriteros– se enfadó con el periodista catalán porque trivializaba el 23F y el intento de golpe de Estado. Con aquello no se debía jugar.

Se armó un escandalazo. La diferencia es que Jordi no quería trivializar nada, ni defender el golpismo. Solo denunciar la falta de transparencia respecto del 23F, un hecho del que no se habían desclasificado muchos papeles.

Pero en el caso de los titiriteros anarquistas, el espectáculo solo era una herramienta ideológica. Ellos tenían y tienen un fin muy concreto. ¿Qué parte no entienden todavía quienes les defienden?

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