OPINION

Terror: la terrible plaga del siglo XXI que no sabemos combatir

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¿Qué es el terror? Saber que puedes morir en cualquier momento y en cualquier lugar por un atentado.

Desde los atentados en las Torres Gemelas, pasando por los trenes de Madrid, el Metro de Londres, el avión ruso sobre Egipto, las discotecas y cafés de París, el aeropuerto y el metro de Bruselas, el parque de Lahore y (supuestamente) el avión de Egypt Air, todos tenemos la certeza de que nos puede pasar a nosotros o a nuestros seres queridos.

Nos puede tocar en un restaurante, en un cine, en un avión o en el autobús. Y lo peor es que no sabemos de dónde puede venir ese atentado, ni quién lo puede cometer. No hay forma de saberlo, pero sí sabemos que nos puede suceder.

Para unas sociedades que han logrado prevenir casi todo gracias seguridad social, seguro de desempleo, seguro de accidentes, seguro de vida y al seguro del hogar, esta clase de terror nos desconcierta. Es como una plaga.

Recuerda la plaga de la peste negra que se abalanzó sobre Londres en 1665. Murió la cuarta parte de la población de la ciudad en menos de un año.

El escritor y periodista Daniel Defoe lo describió en un libro dramático titulado Diario del año de la peste.

"La plaga se propagaba con tal violencia que la gente se sentaba a mirarse los unos a los otros, y parecían bastante abandonados a su desesperación; todas las calles parecían estar desoladas, y no solo porque habían enmudecido sino porque estaban vacías de gente; las puertas de las casas se quedaron abiertas, las ventanas daban golpes por culpa del viento pues nadie las venía a cerrar. En una palabra, la gente empezó a entregarse a sus temores y a pensar que todas las normas y métodos habían sido en vano, y ya nada se podía esperar salvo  la desolación universal...".

No sabían de dónde venía la muerte. No sabían cómo atacarla. No veían a las pulgas que transmitan una bacteria. Morían ricos y pobres, médicos y sacerdotes, soldados y generales, y en una sociedad tan creyente, se pensó al final que era una plaga enviada por Dios. ¿Por qué, Dios mío, te llevas a mi esposo, a mis hijos, a mis padres?

Es lo mismo que gritan ahora los familiares y amigos de las víctimas de los atentados. ¿Por qué a mi hermana? ¿Por qué a mi mujer? ¿Por qué yo? ¿Por qué, Dios mío? No sabemos cómo combatir el terror.

En el caso de la peste, la medicina no llegaría sino casi tres siglos después: los antibióticos.

¿Cuáles son los antibióticos para la plaga del terrorismo moderno?

Sobre todo uno: las fuerzas y servicios de seguridad. Invertir en más seguridad. Y aún así, es muy difícil evitar los atentados y el terror.

Es imposible vigilar a todas las personas todo el tiempo.

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