OPINION

El concepto español del héroe popular: pobre, austero, sufridor, solidario...

BerzosaEduardo
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Si viajan a Estados Unidos verán que el concepto de héroe es un personaje que ha puesto en marcha una empresa, ha trabajado mucho y es un triunfador con dinero. Se puede llamar Warren Buffett, Bill Gates, Elon Musk o Steve Jobs. Ese es su modelo.

¿Y en España? ¿Cuál es el modelo?

Tengo la impresión de que el modelo americano aquí no tiene sitio. En España no se admira a los emprendedores ni a los banqueros, no se admira a los que tienen dinero y no se admira a los que viven rodeados por la fortuna. Por favor, no lo vean como una crítica. No lo es.

El héroe español a lo largo de la historia ha sido austero, sufridor, pobre y solidario. Don Quijote es la mejor representación del inconsciente colectivo español porque es austero y, sobre todo, muy pobre.

Los religiosos españoles dan el mismo ejemplo. Santa Teresa fundó una orden basada en la pobreza y el silencio. Fray Luis de León alababa en sus versos al sabio que se retira "con pobre mesa y casa". Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola predicaban la meditación en el retiro y la soledad, no en un yate a disfrutar la fortuna. España no ha dado Bill Gates en masa pero sí muchos Fray Escoba.

Ahora, las figuras que podrían seguir esos ejemplos de pobreza son los miembros de una ONG, desde el empresario Eduardo Berzosa, promotor del Banco de Alimentos, el fallecido filántropo español Vicente Ferrer, o el Padre Angel, de Mensajeros por la Paz. No sé si todos los admiran, pero sí sé que pocos les critican.

La crisis ha acentuado la necesidad de ese arquetipo de humildad. Cuando en las Navidades pasadas la vallecana Cristina Pedroche exhibió una foto de su opíparo menú de Navidad, recibió bofetadas virtuales por mostrar esa opulencia "cuando hay gente que pasa tanta hambre en este país". Eso decía la gente en las redes sociales.

A escala internacional a los españoles les atrae mucho la figura del ex presidente de Uruguay: José Mújica. Vivía en una casucha. No quería riqueza. Era muy modesto. Su coche era un trasto viejo, un escarabajo al que no cambió nunca por un coche presidencial.

Otra figura internacional que atrae a los españoles es el papa Francisco. Se ajusta al arquetipo: austero, solidario con los más débiles, vive con más pobreza que sus antecesores...

Es curioso que el Partido Popular, que es el partido más confesional, hable tanto de imitar el modelo de emprendedor de las escuelas de negocios cuando en realidad este país solo se inclina por el modelo del tipo austero, humilde y que abandona las riquezas del mundo, y del que se ha apropiado la izquierda.

Por eso, en esta crisis, la gente no se ha inclinado por modelos como Amancio Ortega, sino que ha preferido modelos menos ricos y más solidarios, como los voluntarios de Caritas, del Banco de Alimentos o incluso de la Plataforma AntiDesahucio.

Esos últimos personifican el modelo contrario a Rodrigo Rato, a Miguel Blesa, a los presidentes de cajas intervenidas por el estado, a los dueños de Forum y Afinsa, a los socialistas y populares que están en los consejos de administración del IBEX, a los de la red Gúrtel...

Eso explica el impactante éxito de Podemos y de la nueva izquierda. El español ha visto en ellos un modelo arquetípico y ancestral: el del héroe pobre, austero, sufridor y solidario. (Yo tengo mis serias dudas que Podemos represente eso, pero debo reconocer que sociológicamente eso es lo que ha pasado).

Donar parte del dinero de los salarios como eurodiputados, liderar manifestaciones contra desahucios, cenar con los menesterosos en Navidad en la alcaldía, al final son gestos que conmueven a los españoles. Quizá haya mucho populismo porque Mercadona y Zara crean miles de puestos de trabajo, pero nadie se lo agradece. Me parece injusto, pero el concepto español del héroe popular prefiere a los modestos.

Hay un poco de hipocresía en esta postura pues mientras se admira al hombre o a la mujer austera y sacrificada, el español medio está en un bar zampándose una ración de jamón con unas cañas. Da igual. Lo que quiere es que sus modelos sigan siendo fieles al arquetipo de pobre, austero, sufridor...

Si se mira la historia de este país, para los españoles los héroes de siempre no han cambiado. Antes eran santos. Ahora son políticos jóvenes pobres o miembros de una ONG.

¿Envidia por la riqueza? No lo sé. Pero nadie critica a aquellos que sacrifican su riqueza por ayudar a los demás.

(En la foto, Eduardo Berzosa, 96 años, voluntario del Banco de Alimentos).

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