OPINION

El verdadero significado del 'mayor cambio en la historia de Volkswagen'

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Volkswagen acaba de anunciar un montón de cosas que son el símbolo de lo que va a ser el futuro para todos.

Para empezar, ha anunciado 30.000 despidos. Dice que es el impacto del dieselgate, que es como se llamó al trucaje de los motores. Pero en realidad es una excusa para sacarse de encima a los trabajadores 'prescindibles'. Son empleados de cuello blanco, es decir, personas que estaban sobre todo realizando trabajos administrativos. "Necesitamos menos burocracia, menos duplicación de empleo", dice el comunicado.

Eso es lo que está pasando no solo en Alemania sino a escala mundial. Todos los trabajos que supongan una rutina con poco valor añadido, van a ser suprimidos en muchas empresas. Suprimidos porque su tarea la hace una máquina o porque su tarea ya no aporta nada. ¿Y quién se los ha cargado? La propia tecnología, desde robots hasta programas informáticos de gestión. Detrás de la recepcionista de voz seductora que dirige nuestras llamadas al taller o a la sección de repuestos no hay una persona sino una grabación.

Al mismo tiempo, VW va a contratar a 9.000 personas. ¿Su especialidad? Los llama softwareentwicler, desarrolladores de programas. Quiere ingenieros o especialistas en Inteligencia Artificial (IA). Es la Inteligencia Artificial la que está detrás de muchas novedades en los coches de hoy como el aparcamiento sin manos, la autoconducción, el detector de distancias y muchas cosas más.

Es decir, VW nos está diciendo que el coche será cada vez más autónomo. Las smart cities del futuro serán ciudades donde todo lo controlará un ordenador dentro y fuera del coche. Eso va a ser un golpe para los taxistas, cuyo trabajo está amenazado por los coches sin conductor, por las aplicaciones como Uber, y Cabify y por las empresas que alquilan minicoches eléctricos en las ciudades como Car2Go, que es de Daimler Benz. O sea, la decisión de VW de introducir más inteligencia artificial en los coches, eliminará muchos puestos de trabajo paralelos que no son propiamente de la industria del automóvil.

Volkswagen ha confesado que está dibujando el nuevo modelo de coche eléctrico. La empresa alemana se va a volcar de lleno en fabricar coches eléctricos o híbridos, y también en producir baterías para estos coches. Es la moda. En Estados Unidos, el pionero es Tesla. Y VW no se quiere quedar atrás. Ya hay ciudades que han puesto en marcha servicios de transporte público en coches o minibuses eléctricos.

Los directivos de la marca han calificado todas estas innovaciones como "el mayor paso en la historia de Volkswagen". En realidad, es un salto adelante provocado por la supervivencia. La empresa necesita ganar dinero y acometer las multas por su fraude. "Si no lo hace, va a la quiebra", decía un experto llamado Stefan Bratzel para Die Welt. "Por eso necesita especialistas". Y de paso, VW aprovecha el momento para quitarse de encima los empleos más débiles, y contratar a los que le permitan hacer ese viaje con comodidad. Adiós a los administrativos. Bienvenidos a los ingenieros informáticos y la Inteligencia Artificial.

Volkswagen tiene 624.000 empleados De ellos unos 282.000 en Alemania, que son los que sufrirán la mayor parte de los despidos. Son despidos estupendos porque en realidad los prejubilan o son bajas incentivadas. Tendremos a un montón de Herr Müller de 50 años viniendo a las Canarias o a Baleares a disfrutar de su retiro.

Para ellos será estupendo. Para nosotros también. Pero el mensaje a nuestros hijos será diferente. Cada vez habrá más trabajos prescindibles. La clave está en saber si te va a tocar a ti.

Y a quienes les toque, se quedarán sin trabajo en plena juventud. No habrá jubilación de oro como estos alemanes. Irán al paro. Y un día, verán que sus viejas fábricas se cierran, porque se abren unas nuevas robotizadas que apenas requieren mano de obra. Menos mecánicos.

Esos miles entonces renegarán de las promesas de los políticos y esperarán un mesías que les prometa la salvación, el empleo y volver a los viejos tiempos. En EEUU ese mesías seductor se llama Donald Trump.

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