OPINION

La becaria, el empresario y ETA: una película para que no olvidemos

peli la becaria
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Esta semana se estrena en España la película 249: la noche en que una becaria se encontró a Emiliano Revilla. Muchos jóvenes se preguntarán quién sería ese Revilla.

Un empresario secuestrado por ETA en 1988.

Uno de muchos, quiero decir. ETA no solo secuestró, asesinó y extorsionó empresarios durante décadas, sino que secuestró a todo este país. El terrorismo de ETA era la mayor preocupación de los españoles. Hoy la banda asesina está prácticamente liquidada y como este país tiene tendencia al olvido histórico, aquí hay una película para recordar todo el mal que hizo.

La película es algo más que la narración de un secuestro.

Durante los ocho meses del cautiverio, las agencias de noticias y los periódicos apostaron periodistas a las puertas de la casa de Revilla en Madrid, esperando que apareciera algún día.

Los rumores de que su liberación sería inminente nacieron casi a las pocas semanas de ser liberado. Revilla estuvo metido en un zulo de dos metros cuadrados en un chalet en Madrid, y la policía no fue capaz de dar con él. Revilla había fundado una empresa cárnica con su nombre, y la había vendido poco antes por 8.000 millones de pesetas.

ETA le puso en el punto de mira, lo secuestró y pidió un rescate gigantesco. Durante su cautiverio, Revilla aprendió a dibujar y caminó. Caminó dando pasos hacia adelante y atrás en el zulo (si se giraba se mareaba), y así calcula que recorrió 12.000 kilómetros, la distancia de aquí a Irán.

Su familia pagó el rescate y un sábado por la noche, el 30 de octubre de 1988, le liberaron a pocos metros de su casa. Le llevaron encapuchado en coche y le amenazaron con tomar represalias si la policía se enteraba antes de dos horas. (Es la imagen de arriba en la ficción)

Aquella noche templada, todos los periodistas se fueron de copas. No había nadie haciendo guardia. María José Sáez, una estudiante de periodismo de 23 años que había trabajado en la agencia EFE de becaria en verano y que se encontraba en paro, se fue a hacer guardia por su cuenta.

Había discutido con su novio. En lugar de irse a su casa, fue a la Plaza de Cristo Rey de Madrid en su coche de segunda mano, conectó la radio y esperó.

A las dos de la mañana, apareció Emiliano Revilla. La becaria salió a su encuentro y luego, burlando a la policía, entraron por el garaje a la vivienda con Jesús Álvarez, el yerno, hoy periodista de deportes de TVE.

Luego, Sáez llamó a la agencia EFE. Fue la exclusiva del año.

El director Luis María Ferrández emprendió este proyecto cinematográfico tras haber leído un reportaje publicado por lainformacion.com en 2013. Ese reportaje estaba basado en una entrevista que le hice a María José Sáez con motivo de los 25 años de la liberación de Revilla, y de la exclusiva.  (Pinchar aquí).

Vi la película y me encantó por varias razones. Primero, porque es un homenaje a la persistencia periodística. Esa película debería exhibirse en las Facultades de Periodismo de todo el mundo. Segundo, porque es la prueba del carácter de uno de nuestros empresarios más inquebrantables. Y tercero, porque me transportó a unos años en que ETA nos tenía a todos arrinconados.

Todos los grandes empresarios de este país estaban en las listas de ETA. Los grandes, los medianos y los pequeños. A unos los secuestraba, a otros los mataba y a otros los extorsionaba pidiéndoles periódicamente el impuesto revolucionario, como su fuera una cuota. Empresarios, policías, militares, civiles, periodistas, adultos, niños, mujeres embarazadas... Asesinó a casi mil personas.

Espero que esta película anime a más directores y productores a rememorar una época que algunos quieren que olvidemos.

(La película está producida por José Alberto Sánchez. El productor ejecutivo es Miguel Ángel Poveda. Ya se puede ver en Movistar TV, y es candidata a 12 premios Goya).

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