Doce datos sangrantes de un país que no podrá decir 'Feliz Año 2017'

Hay un país que no podrá decir Feliz Año 2017 porque desde hace muchos lustros, cada año es peor que el anterior.

Por ejemplo:

-El número de asesinatos cometidos en 2016 fue de 28.479, superando el récord de 2015. Es el más alto de la historia. De entre ellos, se han asesinado a 120 policías y militares.

-La gente ha pasado de no poder adquirir suficientes productos de primera necesidad en los supermercados, a tener que asaltar las bolsas de basura en la calle para comer.

-La inflación ha pasado del 180% de 2015 a más del 700% en un año, según el FMI.

-A pesar de las subidas, el salario medio ha perdido un 20% de su poder adquisitivo en 2016.

-En un año la devaluación de la moneda nacional ha pasado de 1.000 unidades por dólar a 3.162 (el último día del año), pero con picos que superaron la histórica cifra de más de 4.000 unidades por dólar.

-Ningún país acepta la moneda de ese país debido a la morosidad del estado y a la inflación.

-El PIB ha caído un 10% según el FMI, lo cual supera la caída del 5,7% de 2015.

-Ese país ha tenido que se rechazado por primera vez en una alianza comercial internacional por no respetar los derechos humanos.

-Ese país ha recibido una carta del presidente de otra alianza internacional por no respetar la democracia.

-El gobierno de ese país ha dicho que no reconoce a la asamblea surgida de las últimas elecciones libres, y se niega a acatar sus leyes.

-Las reservas internacionales de divisas menguaron en un año de 16.400 millones de dólares a 11.200 millones de dólares.

-Ese país sigue teniendo las reservas de petróleo más fabulosas del mundo, a pesar de lo cual es un país que se empobrece más y más.

Supongo que ya sabrán de qué país hablo: Venezuela, gobernado por en los últimos 18 años por un grupo de delincuentes que lo ha hundido.

El pueblo de ese país, especialmente los más pobres, no podrá decir que 2017 será un Feliz Año porque llevan muchos años esperando que se cumpla ese deseo pero los chavistas se niegan a soltar el poder, o a hacer un referéndum constitucional para dejar que los venezolanos decidan.