OPINION

Así está deformando Hollywood la realidad de China para vender más películas

china hollywood
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La película Marte, dirigida por Ridley Scott en 2015, narra la historia de un hombre que se queda por error atrapado en el planeta rojo. Para recuperarlo, la NASA tiene que recurrir a una nave de aprovisionamiento, y como la suya se hace pedazos (vaya con la tecnología norteamericana), no tienen más remedio que recurrir a la tecnología china, que les cede la lanzadera secreta Taiyang Shen.

La misión culmina en éxito y todos se abrazan a los chinos. Son tan majos.

Los chinos están cada vez más presentes en Hollywood, pero no como los malos, sino como aliados de Estados Unidos, como protagonistas secundarios de sus películas, con sus escenarios e incluso obligan a las películas de Hollywood a modificar sus contenidos.

Según Vox, los chinos construyen 26 salas de cine al día, y ya han superado a EEUU en número de pantallas: tienen más de 40.000. Los productores de Hollywood ven en este país dirigido por el Partido Comunista Chino, un mercado de más de mil millones de espectadores en potencia de modo que ya están haciendo un cine chinocéntrico.

Obligan incluir a actores chinos en las películas, como ha sucedido con Donnie Yeng y Jiang Wen, en Rogue One, la última saga de La Guerra de las Galaxias, según informaba Business Insider.  (Ver imagen de arriba).

Pero también quitan las escenas que puedan molestar a los chinos. Por ejemplo, en el guion original de Doctor Strange (Marvel), el sabio era de origen tibetano. Como el Tíbet es un territorio invadido por China en los años 50 y ese personaje puede enfadar a mil millones de chinos, los productores lo cambiaron por un sabio celta. Igualito.

El malo de Iron Man 3 ya no es un chino mandarín sino un occidental barbudo cabreado. Algunas escenas de Misión Imposible 3 como en las que aparecen tendederos de ropa al viento, se tuvieron que borrar para versión china, porque no tener secadora es un signo de pobreza. En Skyfall se suprimió directamente la escena donde James Bond golpea a un vigilante chino.

En Guerra Mundial Z, el origen del virus de los zombies no es China, como estableció el libro original, sino Rusia.

Looper, una película de viajes en el tiempo, sustituyó Paris por Shanghai. Y en una secuela de Transformers, un actor americano bebe un zumo chino y paga con tarjetas de crédito de un banco chino.

Y hasta un pirata chino de Piratas del Caribe se tuvo que suprimir porque los chinos no quieren ser piratas. Son buenas personas.

Todo ello está dando una imagen de China sorprendentemente amable, atractiva, deliciosa, avanzada, moderna y ¡sexy! O sea, un país donde se practica tortura, donde hay presos políticos, donde no hay libertad de expresión ni de prensa, donde no existen elecciones libres, y donde gobierna un partido único, es en realidad fantástico.

¿Cómo lo ha hecho China? La forma china de dominar el mundo es por su potencia demográfica. Los empresarios occidentales se frotan las manos porque piensan que es un mercado enorme. Pero lo que sucede es lo contrario: la expansión demográfica y comercial china penetra en Occidente con técnicas de Oriente, arruinando a las empresas.

De seguir así, Don Quijote aparecerá algún día acompañado de San Chou Panzan, y acabaremos devorados por el mismo país que pensábamos devorar.

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