OPINION

Sahra Wagenknecht: así es la 'Pablo Iglesias' de la izquierda alemana

Sahra-Wagenknecht1
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Es hija de alemana e iraní. Aparece en los debates de televisión. Le encanta la política. Es filósofa. Es la vicepresidenta de Die Linke (La izquierda). Y es un fenómeno mediático en la televisión de Alemania como Pablo Iglesias lo fue (y es) en la televisión española.

Sahra Wagenknecht, como Pablo Iglesias, viene de la ortodoxia comunista. Se educó en Berlín Oriental, y echa tanto de menos el régimen que cuando cayó el Muro de Berlín, ella se quedó en su casa leyendo un libro de Kant, Crítica a la razón pura. Tenía Sahra 20 años.

Este año Sahra podría participar en otra caída: la caída de Angela Merkel, que ha sido durante doce años la canciller de Alemania. Las encuestas dicen que una coalición de izquierdas podría echar de su trono a la líder conservadora. La llaman la coalición rot-rot-grüne (rojo, rojo, verde), porque podría unir a Die Linke, con el partido socialdemócrata SPD, y el también partido de izquierdas Los Verdes.

Como reconocía Wagenknecht a Financial Times, "las posibilidades han mejorado sustancialmente: podemos ganar los votos para obtener el gobierno".

Para Financial Times, esta política alemana es "chic y glamorosa". Tiene 47 años y se enfrenta periódicamente a varones blancos en las cámaras de TV, en debates duros sobre política. Ha sido europarlamentaria. Acaba de escribir un libro que ya es un superventas: Reichtum ohne Gier (Riqueza sin Codicia). Bueno, ha escrito varios sobre los excesos del capitalismo: Libertad en vez de Capitalismo, por ejemplo.

"Hay un montón de gente ahí afuera que piensa que las cosas no pueden seguir así", confesaba Wagenknecht a FT. "Están buscando alternativas. Quieren ver un auténtico cambio social, no solo pequeños ajustes a unos impuestos por aquí, o un aumento porcentual en el salario mínimo allá".

La política germano-iraní se reafirma contra el euro y contra la UE, como lo hace la izquierda española. Pero hay algo que desconcierta a la misma izquierda, y descoloraría a Pablo Iglesias. Tras los ataques de islamistas contra la población alemana, Wagenknecht arremetió contra Angela Merkel "por abrir las fronteras de forma incontrolada" y por recortar el presupuesto de la policía.

Sus votantes potenciales se quedaron de piedra. Pero eso le ganó el afecto de radicales de la derecha. De hecho, según FT, ella no oculta que quiere robar votos a AfD, Alternative für Deutschland, el partido de extrema derecha antiinmigracionista que está liderado por otra mujer peleona: Frauke Petry.

"No quiero dejar a esta gente en manos de AfD", dice Wagenknecht. Cuando dice "esta gente", Wagenknecht se refiere a los trabajadores alemanes que pueden perder o han perdido sus oportunidades laborales a causa de la entrada de los refugiados. Más de un millón de refugiados entraron en Alemania en un año.

Pero el electorado no le acaba de creer, según los analistas. Die Linke y ella misma está demasiado ligada al comunismo, una ideología que la mitad de Alemania sufrió durante más de 40 años y hasta hace muy poco. De hecho, Wagenknecht escribió a favor del viejo estalinismo en 1992, tras la reunificación, algo de lo que ahora se arrepiente.

Pero tal y como van las cosas, es posible que su partido vea por primera vez el poder de verdad. Gobernando. De hecho, la coalición de Die Linke con el SPD y Los Verdes ya ha funcionado en Berlín y Thuringia. Ahora queda el asalto a los cielos de Berlín.

La duda es si se pondrán de acuerdo sobre los refugiados: ¿abrir más las puertas, o cerrarlas?

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