OPINION

La chica que acuñó el término 'mileurista' ahora se sentiría horrorizada

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"Pertenecen a la generación más preparada de la historia de España. Rondan la treintena, son universitarios y saben idiomas. Pero los bajos sueldos, la sobreabundancia de titulados y los cambios sociales les han impedido llegar a donde pensaban llegar. Comparten piso; no tienen coche, ni casa, ni hijos y ya se han dado cuenta de que el futuro no estaba donde creían".

¿Les suena? No es de ahora. Es de 2005, hace doce años, cuando la economía española estaba en uno de los mejores años de su historia.

El texto de arriba procede de un reportaje que impactó mucho en la sociedad española en 2005. Se titulaba "La generación de los mil euros". Lo firmaba el periodista Antonio Jiménez Barca para el dominical de El País.

El término mileurista creció y se extendió con tanta rapidez por todo el territorio, que la Real Academia de la Lengua lo registró poco después: "Que percibe un sueldo mensual que se sitúa en torno a mil euros y generalmente se considera por debajo de sus expectativas profesionales".

Pero el término no era del periodista sino de una joven que vivía en Barcelona, y que había enviado una carta al diario (pinchar aquí para leerla). La carta se titulaba "soy mileurista", y la había escrito Carolina Alguacil. Tenía 27 años, vivía en Barcelona y trabajaba en una agencia de publicidad.

Carolina se quejaba de que había pasado por trabajos no remunerados, luego por becas o prácticas, y porque por fin le habían hecho fija, pero con un sueldo de mil euros.

¿Mil euros? Eso sería un sueño ahora para cualquier joven. Porque resulta que esos mismos jóvenes que tienen varias carreras, hablan varios idiomas, cursaron varios másteres y tienen entre 25 y 35 años, hoy no llegan a ganar mil euros al mes.

Ni 900 euros al mes. A muchos les pagan unos 600 euros. Otros la mitad de eso. Y así se pasan años y años, cruzando la barrera de los 34 años y viviendo en precario y en casa de sus padres. ¿Cómo los llamamos? ¿Euristas?

La situación para los jóvenes es tan dramática que en el último informe de la OCDE se le da un toque a España. "La pobreza también ha aumentado, debido principalmente a la falta de empleo de calidad que proporcione suficientes horas de trabajo remunerado y unos ingresos adecuados".

Los contratos duran poco, están mal pagados y esa situación amenaza con extenderse en el tiempo. Si Carolina Alguacil comparase la situación de ahora con la que ella vivió hace 12 años, se consideraría una privilegiada. ¡Tener trabajo! ¡Mil euros! ¡Contrato fijo! ¡Vivir con sus amigas!

Eso no existe ahora.

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