Casi ningún columnista quiere opinar de los estibadores: ¿son unos privilegiados?

He encontrado pocas columnas de opinión que hablen sobre el conflicto de los estibadores. Y creo saber la razón: los columnistas no saben si defender a un gremio de privilegiados o no.

Al principio, parecía que las protestas de los estibadores merecían ser escuchadas porque todos hemos sufrido la crisis. No entendíamos muy bien qué era lo que pasaba, pero solemos solidarizarnos con cualquier protesta laboral porque también nos ha tocado a nosotros, o porque sabemos que nos tocará. Taxistas, mineros, agricultores de la fresa, enfermeros...

Pero cuando empezamos a conocer los detalles, nos echamos para atrás:

-Salario medio 65.000 euros. El salario medio en España es menos de la mitad de eso.

-Edad de jubilación: 55 años. La jubilación en España es de 65 años y subiendo.

Además, es la única profesión del país que no está abierta a la libre contratación. Si una empresa quiere contratar a un estibador no lo puede hacer como quien contrata, por ejemplo, a un arquitecto, es decir, yendo a la guía telefónica a ver qué hay. Las empresas tienen que formar parte de una sociedad y esta sociedad es la que contrata a los estibadores. Y encima, la empresa tiene que poner dinero en esa sociedad.

Es como si para construir un edificio, la constructora tuviera antes de entrar a formar parte de una sociedad de arquitectos, poner dinero en ella, y encima, esa sociedad le suministraba los arquitectos, diciéndole lo que va a pagar por ellos. Lo tomas o lo dejas.

Para las empresas, las condiciones de los estibadores suponen un enorme coste salarial. La mitad de sus costes para ser exactos. Los empresarios piensan que si tuvieran más libertad de maniobra, instalarían robots, echarían a muchos estibadores o los prejubilarían, o contratarían trabajadores más baratos, incluso trayéndolos de otros países de la UE. Así es el mercado.

Como los privilegios de los estibadores están prohibidos en la UE, ya que hay libre circulación de personas y libre contratación de trabajadores, España recibió una multa si no eliminaba esos privilegios.

El gobierno inició la reforma y al final decidió presentar una ley en la que se prejubilarían a los estibadores con todo su sueldo antes de cumplir los 55 años de su jubilación reglada. Se destinarían unos 500  millones de euros a esta partida, de los cuales la mitad las pondrían las empresas y la mitad el estado. Eso supondría la salida de unos 1.500 estibadores de un sector que tiene aproximadamente 6.150 trabajadores.

Y por último, las empresas podrían contratar libremente a estibadores.

Los sindicatos de estibadores rechazaron esta reforma, porque no se fiaban de las garantías, y además, piensan que va a destruir muchos empleos. Amenazaron con huelga si se aprobaba la ley.

Como la ley presentada por el PP fue rechazada esta semana por todos los partidos, el problema sigue latente. España pagará una multa de 127.000 euros al día, lo que se sumará a los 22 millones de multa que ya tenía por no liberalizar el sector.

Esto supone que se vuelve a negociar. Y que las condiciones que obtendrán los estibadores serán incluso mejores que las anteriores. ¿Mi opinión? Me recuerda las prejubilaciones de los trabajadores de TVE a los 52 años que pagamos todos los españoles. Periodistas que se iban a su casa con el 100% del sueldo, y que podían trabajar en otros medios, al cabo de los dos años. Esos son privilegios.

Yo y todos ustedes pagando eso.

Lo mismo con los estibadores. No me importa lo que ganan, sino lo que voy a pagar.  Les tendremos que pagar las indemnizaciones y prejubilaciones a pesar de que se trata una actividad privada (ya no son funcionarios). ¿Por qué?

Pues por lo que pasaría si los estibadores se ponen en huelga: no llegarían muchos productos a nuestras casas, y nuestras empresas no podrían exportar. El valor de las importaciones y exportaciones que pasan por sus manos es de 200.000 millones de euros al año. Sería un golpe a la economía.

Por eso, obtendrán sus privilegios.