OPINION

Imaginen que Rajoy suprime el Congreso y que Pablo Iglesias pide dialogar

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A veces, para valorar la postura de un político o de un partido, no hay nada mejor que hacer cambio de roles.

Imaginen que Rajoy quiere aprobar una ley para vender empresas públicas a multinacionales extranjeras. Pero para hacer eso, tiene que conseguir el apoyo mayoritario del Congreso, pues se trata de empresas públicas españolas.

Ahora imaginen que el Congreso le dice que no. Entonces, Rajoy presiona al Tribunal Constitucional, para que suspenda al Congreso, le arrebate el poder, y se lo conceda todo a Rajoy. Entonces, Rajoy ya podría vender empresas públicas a multinacionales.

Ahora imaginen que el Congreso español se rebela. Se convocan manifestaciones en toda España en apoyo de nuestros diputados y hasta se organiza una marcha hacia el Congreso. Y entonces, Rajoy envía a la policía antidisturbios, que disuelven las manifestaciones con bombas lacrimógenas, golpes, gases pimienta y violencia. Dan palos hasta a los diputados.

Y ahora viene lo mejor.

Imaginen que los diputados de Podemos y Esquerra Republicana de Cataluña, en lugar de salir a la calle a protestar, piden diálogo con Rajoy. Piden que se mantengan las líneas de diálogo abiertas, y que no se presione al gobierno.

¿A que no cuela?

Pues tiene que colar porque es lo que ha pasado.

Ha pasado en Venezuela. La sala constitucional del Tribunal Supremo de Venezuela arrebató los poderes a  la Asamblea nacional, y le dio todo el poder a Maduro para que pudiera vender empresas públicas a capital extranjero (a rusos o chinos).

La revuelta popular tomó las calles. Maduro envió a los antidisturbios, que se enfrentaron a lo manifestantes, pegaron los diputados y encarcelaron a varias personas. Ante esos hechos tan terribles, varios partidos en el Congreso español, siguiendo la estela internacional de condenas, habían preparado una declaración institucional sobre la "grave situación política" en Venezuela.

El texto había sido propuesto por el PSOE y estaba apoyado por el PP. Allí se exigía la liberación de todos los presos políticos. Además, se demandaba  a las autoridades venezolanas a respetar el calendario electoral y celebrar elecciones transparentes.

Todo iba bien hasta que se tropezó con Podemos y con ERC. Estos dos partidos no apoyaron la declaración institucional, y por lo tanto, no se ha podido hacer pues al ser institucional, se requiere que todos los partidos se unan. No habrá declaración del Congreso español sobre Venezuela. Insólito.

En su lugar, Podemos y ERC, piden "diálogo con Venezuela y con Maduro". Y ahora vuelvan a la primera parte de este artículo para intentar encontrar el sentido.

(Por cierto, en la web de Podemos hay una declaración sobre la victoria del izquierdista Lenin Moreno en las elecciones de Ecuador, pero nada sobre Venezuela, donde están pasando cosas muy graves. Eso lo dice todo).

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