OPINION

Un nieto de españoles podría ser el próximo presidente (izquierdista) de Francia

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Jean-Luc Mélenchon puede ser el próximo presidente de Francia. Este hombre de 65 años nacido en Tánger (Marruecos) se presenta como un candidato de la izquierda (socialistas y el comunistas), y según las encuestas es uno de los preferidos por los franceses.

El día 23 de abril (la semana que viene) se celebra la primera vuelta de las presidenciales francesas, y la segunda será el domingo 7 de mayo. Entonces sabremos si Mélenchon será el nuevo presidente de Francia.

Mélenchon es un apellido español. Su abuelo era de Murcia y se llamaba Antonio Melenchón. Ese hombre se instaló en Orán (Argelia) a principios del siglo XX y allí se casó con Aimée Canicio, de origen español. Tuvieron un hijo, Georges Mélenchon, que es el padre del candidato francés. Y por parte de madre, el candidato también tiene orígenes españoles porque su abuelo materno se llamaba Georges Bayonna, y era de Valencia, según sus biógrafos. Su abuela materna procede de Sicilia y se llamaba Jeanne Emmanuelle Caserta.

Durante la mayor parte de su carrera política, Jean-Luc Mélenchon ha estado vinculado al Partido Socialista. Ha sido senador. Pero en 2002 fue virando más a la izquierda pues fundó el movimiento Nouveau Monde (Nuevo Mundo), y apoyó el No en el referéndum del nuevo tratado de la UE. De hecho, denunciaba que el Partido Socialista se había entregado al liberalismo, y por esa razón se salió del mismo en 2008, para fundar el Partido de la Izquierda (Parti de Gauche).

Fue nombrado eurodiputado en 2009, y años después fundó el Frente de la Izquierda (Front de Gauche), donde recogió más del 10% de los votos en las elecciones presidenciales de 2012, gracias a que confluían militantes ex socialistas y del Partido Comunista.

Muchos pensaron que Mélenchon no sobrepasaría esa cota pero se equivocaron. Fundó en 2017 un partido llamado La Francia Insumisa (La France Insoumise), para lanzarse de nuevo a la conquista del poder. No era el candidato mejor situado, pues Marine Le Pen, de la extrema derecha, y François Fillon, de Los Republicanos (conservadores), le llevaban la delantera; y Benoît Hamon (socialista) y Emmanuellle Macron (centrista) también tenían más adeptos.

Pero poco a poco, la intención de voto ha ido cambiando. Por un lado, las informaciones que vinculan a la esposa del candidato conservador con un contrato irregular propiciado por su marido, han restado popularidad a Fillon. Y por otro, la prensa publicó que Marine Le Pen estaba usando fondos de la UE para pagar a ayudantes de su partido, que nunca trabajaron para la UE.

De modo que los franceses han dirigido su mirada a este izquierdista llamado Mélenchon que puede hablar horas sin mirar un papel, y que trae un discurso radical contra la banca, la troika de Bruselas, y en defensa de todos los que han sufrido la crisis, sean griegos, portugueses, españoles o franceses. Eso parece que gusta.

http://youtu.be/yrjWwsV4zS4

El domingo de Ramos, Mélenchon dio un discurso en la explanada del puerto de Marsella donde reunió a decenas de miles de militantes y recordó con un ramo de olivo en la mano, a los 30.000 emigrantes que se ha tragado el Mediterráneo. "Cada día, dos niños se ahogan en el mar”, gritó. Pero sobre todo habló de la paz. De hecho, era el 'mitin por la paz'. Las ONG se rindieron ante él.

Casado y divorciado, ahora Mélenchon convive con Saïda Jawad. Si pudiera definirse su candidatura, podría decirse que es una mezcla de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Este es un resumen de su programa:

-Replantear las reglas de la UE, y si no funciona, salir de la UE.

-Aprobar una nueva Constitución.

-Derecho de voto a los residentes extranjeros.

-Jubilación a los 60 años.

-Salida de la OTAN.

-100% de energías renovables en 2050.

-Impuesto del 100% sobre aquellos ingresos superiores a 400.000 euros anuales.

Por aclarar, no han leído mal: poner un 100% de impuestos a los que ganen más de 400.000 euros al año (20 veces el salario mínimo francés), significa que cada euro ganado por encima de esa cantidad va directamente al estado. Pero ¿cuántos franceses ganan eso? ¿Quién va a oponerse? Para muchos, es una medida puramente demagógica, pero está casi calcada del programa del Partido Comunista (leer aquí el PDF).

Las últimas encuestas le dan a Mélenchon un 20% de los votos; a Le Pen, un 22%; y a Macron, un 23%. Pero los dos primeros caen, mientras Mélenchon sube y sube. Si ganara, su impacto recorrería Europa como una tormenta, y hasta daría ánimos a la izquierda alemana para ganar en septiembre.

Europa parece ahora un tablero de parchís donde no se sabe bien quién gana y quién pierde.

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