OPINION

No pensemos en las piscinas que vamos a abrir sino el agua que ya no tenemos

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Uno de los más dramáticos problemas de España es la sequía. Pero como las ciudades imponen su criterio de lo que es importante y lo que no, pocas personas le prestan atención a este problema.

Basta atravesar España en avión durante una hora en cualquier dirección para darse cuenta de que el color de este país es pálido, amarillento terroso o incluso gris.

Eso es porque la pluviosidad en general es muy baja. Tenemos el país con el mayor número de playas con banderas azules, exportamos muchos productos agrícolas, pero no nos engañemos: la sequía avanza sin parar.

Un análisis realizado por una periodista de datos Centro Universitario Villanueva mostraba cifras que erizaban los pelos. "La etapa más seca de los últimos tres siglos fueron los doce meses anteriores a julio de 2012 en zonas del Sistema Ibérico y del interior peninsular". Es decir, ahí al lado.

El reportaje citaba un estudio publicado por la revista International Journal of Biometeorology. Ese estudio liderado por el investigador de la Universidad de Zaragoza, Ernesto Tejedor, había radiografiado las sequías de los últimos 318 años (1694-2012). Y lo hizo comprobando  los anillos de los árboles y el índice de precipitación.

"Las sequías en la Península Ibérica son un fenómeno recurrente, y por tanto, cada cierto tiempo se van a producir", dice Tejedor en ese informe. Se quejaba de que estamos obsesionados con llenar las piscinas todos los años, pero traer agua y gestionarla, es algo cada vez más difícil.

El diario El País informaba de que la sequía ya se ha llevado el 40% de la cosecha de cereal este año:"Frente a los 19,3 millones de toneladas de la campaña anterior, una cifra ligeramente por encima de la media, las estimaciones para este año van desde los 9,5 millones de toneladas por parte de la organización agraria Asaja, a los 13,4 millones de toneladas que estiman los almacenistas de cereales".

En estos días se pone en marcha la recolección de cereales que dura hasta agosto, cuando se recoge el trigo. Pero en algunas explotaciones españolas ya se da por perdido hasta el 80% de la cosecha por culpa de la sequía.

Lo lamentable es que la sequía no suele ocupar lo telediarios. Estamos más interesados en saber si los estibadores podrán proseguir en su trabajo, pero muy pocos atienden a los que de verdad nos dan de comer.

Solo terminaré repitiendo ese dato sacado del reportaje de la periodista de la CUV. "La etapa más seca de los últimos tres siglos fueron los doce meses anteriores a julio de 2012 en zonas del Sistema Ibérico y del interior peninsular".

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