iPhone: por qué es uno de los inventos más revolucionarios de este siglo

El iPhone ha sido uno de los inventos más revolucionarios de la historia. Fue inventado hace diez años y Apple ha dedicado este 2017 a celebrarlo casi todos los días, con revelaciones, entrevistas a los ingenieros que lo crearon y anécdotas sobre Steve Jobs.

Hasta la aparición del iPhone, los móviles tenían un teclado lleno de botones; el iPhone lo eliminó. Hasta entonces, un móvil servía para llamar por teléfono, jugar, ver la hora, anotar en la agenda y otras cosas elementales. El iPhone inauguró la era de las aplicaciones, desde la que te permite reservar restaurante hasta la que te informa de los vuelos de aeropuertos.

Se calcula que cada día nacen más de mil apps en la tienda de Apple. Una persona puede tener más de 60 en su móvil. Cada aplicación es una extensión de su cerebro, es casi un órgano más, porque en el fondo resuelve una necesidad o una pregunta: ¿llueve afuera? ¿A qué hora pasa el autobús? ¿A qué precio está el dólar con el euro? ¿Qué ha pasado en Venezuela? Y a medida que pasa el tiempo, aparecen más aplicaciones que resuelven nuestros pequeños o grandes problemas.

Además, hay algo en lo que casi nadie ha reparado: desde que nacieron estos teléfonos inteligentes, el móvil es el objeto que más tiempo acompaña a un ser humano. Incluso más que el reloj, porque hay mucha gente que no usa reloj. Podemos cambiar de camisa, de ropa interior, de pulseras, pero siempre tendremos un móvil en el bolsillo, en la cartera o en la mesa de noche. Y por supuesto, en el cuarto de baño.

Es casi un órgano más de nuestro cuerpo.

Con motivo de este año de celebración, los ingenieros que pusieron en marcha ese invento están revelando algunos detalles insólitos de su nacimiento: por ejemplo, Jobs estaba mascullando la idea desde varios años atrás. Se había dado cuenta de que el iPod, ese gran reproductor musical, ya era su gran superventas, pero no sabía cuándo iba a durar. ¿Se podría replicar su éxito en un móvil?

Con ese desafío, los ingenieros se pusieron a trabajar. Jobs tiró uno tras otro los diseños porque consideraba no eran "suficientemente buenos". Después de muchas horas de trabajo, los ingenieros le presentaron una pantalla táctil con un solo botón. Y fue entonces cuando Jobs dijo: buen trabajo.

Pero hubo algo más que fue clave. Jobs inventó la Appstore, para que la gente se descargara aplicaciones útiles para su teléfono. Apple siempre ha sido muy reservada con su software, y de hecho, el sistema operativo de sus Mac es solo para Mac. Pero en 2008 Jobs tuvo una revelación:  abrió el software del iPhone a los desarrolladores del mundo, permitiéndoles subir aplicaciones. Y ese fue su gran acierto porque, poniendo a trabajar a los desarrolladores de todo el planeta, convirtió un teléfono en algo extremadamente inteligente. Sin límites.

La revista Time nombró a este producto como el mejor invento del 2007. Pero, debido a la influencia que ha tenido desde entonces en la industria de los teléfonos y en la competencia, se le puede calificar como uno de los inventos más revolucionarios de este siglo (por ahora). De hecho, el diario británico The Telegraph lo incluyó en su lista de los inventos más revolucionarios del siglo.

Por su impacto en la vida de las personas (y las empresas que le copiaron), va camino de convertirse en el "más revolucionario del siglo".