OPINION

A la Generalitat le sale el tiro por la culata en su plan para 'politizar' a los Mossos

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Si algo ha quedado claro en los días posteriores al atentado terrorista en Barcelona, es que la Generalitat ha hecho todos los esfuerzos posibles para demostrar que los Mossos son independientes: no necesitan ni a la Policía Nacional ni a la Guardia Civil para capturar y neutralizar a los malos yihadistas.

Con sus luces y sus sombras, tras al atentado, los Mossos hicieron su tarea. Todo el mundo les felicitó, con lo cual se daba un paso más para demostrar que si los Mossos podían actuar con independencia, hasta Cataluña merecía la independencia. Merecían un trato de igual a igual con cualquier potencia europea.

Eso es precisamente lo que pasó. El ayuntamiento de Vilvoorde, una localidad belga, se saltó las estructuras del Estado español y de la Policía Nacional, para contactar con un representantes de los Mossos, en Barcelona. Hace un año, según la agencia EFE, un policía belga le envió un mensaje a un mosso con el siguiente contenido: ""Quería pedirte si hay la posibilidad de indagar sobre una persona que quiere trabajar aquí, en Vilvoorde, como imam. En el fichero adjunto encontrarás su identidad. Sé que se está planteando ir a Barcelona en febrero y que está casado allí. Cuanta más información puedas compartir sobre este individuo, ¡mejor!".

Esa persona por la que preguntaba el policía belga era en imán Abdelbaki es Satty, que sería el ideólogo del atentado y la persona que lavó el cerebro a los jóvenes de Ripoll. El mosso respondió que no tenían información de esa persona. Punto.

Bueno, pues molt bé, pues adiós.

Tanto tiempo esperando que la policía catalana fuera reconocida de tú a tú por otras policías europeas, y cuando llega esa oportunidad, resulta que es para destapar que la policía catalana no investigó a un sospechoso, cosa que sabia desde hace un año. Y que si hubiera investigado más, a lo mejor no hubiera habido atentado.

El conseller de Interior, Joaquín Form, se ha hecho un lío diciendo ahora que no fue una petición "formal" sino "informal".

Form tendría razón si ese mensaje 'informal' hubiera sido algo así como: "Hola, Jordi; ¿qué tal por Barna? Aquí en Vilvoorde, lloviendo como siempre. Ojalá nos podamos comer un pan tumaca pronto".

Pero no. Fue una información nada informal. Fue una petición de datos de un sospechoso. Muy serio y grave. Si los Mosssos se hubieran movilizado entonces confirmando la pista con la Policía Nacional, y si hubieran triunfado deteniendo al imán, y neutralizado al grupo yihadista, el conseller de Interior nos lo estaría restregando, ridiculizando al ministro del Interior, Zoido.

Ese es el problema: que todo se está politizando. Y que la Generalitat no ha dejado pasar ni un minuto, ni ninguna oportunidad para politizar todo, y allanar el camino hacia su deseo: la independencia.

Ya politizó la rueda de prensa al hablar en catalán, cuando lo más práctico era hablar en español, pues los periodistas internacionales acreditados en España no entienden catalán, pero sí entienden español. El periodista que se levantó y se fue de la rueda de prensa era holandés. Se fue porque no entendía nada.

El Govern lo siguió politizando cuando distinguió víctimas catalanas y víctimas españolas. Y lo ha seguido politizando tratando de que los Mossos aparecieran victoriosos y eficaces, como un signo evidente que la independencia policial funcionaba, pero dando una versión infantil sobre el mail belga.

Detrás de este atentado, se mueven muchos significados políticos. Cualquier español lo sabe. ¿En qué idioma hablan? ¿Quién dispara a los malos? ¿Quién fue avisado? ¿Quién oculta información a quién?

Es una guerra de comunicación entre la Generalitat y La Moncloa. Unas veces ganan unos, y otras los de enfrente. Lo peor es que en medio están 15 víctimas de un atentado que nadie sabe a ciencia cierta si se pudo evitar.

Pero está claro que en el aviso del policía de Vilvoorde a Barcelona, empuja contra las cuerdas al jefe de los Mossos, y al conseller de Interior de Cataluña. ¿Por qué no tiraron del hilo? El conseller explicó que no tenían datos sobre el imán sospechoso. ¿Y por qué no levantaron el teléfono y se lo preguntaron a la Guardia Civil? ¿Se lo van a explicar así los catalanes?

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