OPINION

El Corte Inglés debe pisar el acelerador si no quiere perder el tren de la recuperación

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Las ventas del grupo El Corte Inglés crecieron el año pasado un 1,8%. Ese mismo año, las ventas de las grandes empresas españolas crecieron un 3,9%, más del doble que las del grupo El Corte Inglés. Y las ventas del comercio al por menor en España crecieron un 3,5%, casi el doble que El Corte Inglés, según el cuadro macroeconómico que publica el Ministerio de Economía y Hacienda.

Ignoramos cómo ha sido la junta de accionistas de El Corte Inglés que acaba de tener lugar, pero todo indica que el gran almacén español no es capaz de caminar al mismo paso que el consumo. Dicho de otro modo, no está aprovechando la recuperación económica del país.

Hay cosas preocupantes en las cifras desglosadas. Las ventas de Viajes El Corte Inglés han sido incluso peores, pues han caído un 1,6% en comparación con 2015, cosa difícil de entender en un año en que la hostelería y las líneas aéreas han mostrado una recuperación más que buena.

Menos aún se explica que las ventas de Hipercor hayan caído más de un 5%. La economía española se está recuperando en casi todos los sectores, y las empresas de alimentación competidoras siguen creciendo. Mercadona creció un 3,9%, y Carrefour un 1,9%.

La buena noticia es que este es el tercer año de crecimiento continuado de la empresa. Hay que recordar que la crisis pasó una fuerte factura al gran almacén, que vio decrecer sus ventas y sus resultados en años anteriores.

Pero esa recuperación tiene por delante muchos desafíos: en primer lugar, hacer frente a la nueva manera de comprar de los españoles. Cada vez más consumidores escogen comprar por internet, y Amazon, salvo pisos y coches, vende casi todo.

En segundo lugar, El Corte Inglés tiene una imagen de enorme prestigio que atrae a sus viejos clientes pero no tanto a los nuevos. La gente joven (los milenials) tiende a sumergirse en los guardarropas de las tiendas que reflejen su espíritu como Zara, H&M, y hasta Primark, con precios más bajos que El Corte Inglés, y encima, sin marcas ni logos visibles. Los jóvenes no buscan Lacoste, Tommy Hilfiger o Ralph Lauren. Sus padres sí.

Para competir con ellos, El Corte Inglés tiene Sfera, que sigue dándole buenas noticias. Las ventas crecieron un 7,3%, pero seguimos hablando de cifras modestas en comparación con la competencia, pues los ingresos por esta cadena de tiendas de ropa joven fueron de 247 millones de euros.

El plan de recorte de gastos y de deuda del grupo ha sido formidable: se presentó un plan de bajas incentivadas que recibió más de 2.000 solicitudes, de las cuales, hasta ahora, han aceptado 1.341. Al mismo tiempo, el grupo dio entrada a 1.200 trabajadores. Es decir, las críticas que ha hecho algún medio en el sentido de que la empresa "se deshizo" de 1.341 personas no cuentan que también admitió casi el mismo numero de trabajadores. La empresa da empleo a más de 91.000 personas, y sigue siendo uno de los grandes empleadores de este país.

Quizá sea el año que viene muestre un aumento notable de los beneficios, cuando se consoliden los esfuerzos. Sin embargo, mientras sus ventas sigan estando por debajo del consumo, significará que todavía hay trabajo por hacer.

En resumen, El Corte Inglés sigue siendo un trasatlántico del tamaño del Titanic, con unas ventas de 15.500 millones de euros. Pero, como el Titanic, sus movimientos son lentos y tarda mucho en esquivar todos los iceberg que se le vienen encima.

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